Las expectativas del sector empresarial presentaron un alza en el mes de mayo según el Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE) elaborado en conjunto por la Escuela de Negocios de la UAI e Icare. En el mes de mayo, la cifra alcanzó los 54.9 puntos, superior en 3.5 al mes anterior. Construcción se posicionó en un nivel pesimista, mientras que los sectores de Comercio, Industria Manufacturera y Minería se ubicaron en niveles optimistas.
Sin embargo, las cifras deben ser analizadas cuidadosamente, primero, porque más del 90% de los ejecutivos y empresarios encuestados respondieron previo a las elecciones de constituyentes realizadas a mediados de mes, y segundo, porque gran parte del alza se debe a la subida del sector minero (12,2 puntos.) Este sector es muy volátil debido a que su muestra es pequeña: “El optimismo en el sector minero muy probablemente esté explicado por el fuerte incremento del precio del cobre que fue muy evidente hasta la primera quincena de mayo,” explica la académica de la Escuela de Negocios UAI, Nieves Valdés. El aumento más modesto en los sectores de comercio e industria (+3,6% y +7,9%, respectivamente), “puede asociarse a los cambios en las condiciones sanitarias, que durante la segunda quincena de abril y primeras semanas de mayo permitieron un clima de optimismo con el paso de varias comunas a la Fase 2 del plan paso a paso. Esto fue revirtiéndose a medida que nos adentramos en el mes de mayo con el aumento de la incidencia del COVID-19 y la alta presión generada al sistema sanitario, a pesar de la cobertura del proceso de vacunación”, señaló la académica.
El que el sector construcción haya presentado una caída (-10,7%), puede entenderse si se considera “que es más sensible a la volatilidad del gasto público y, consecuentemente, a los vaivenes políticos. Puede estar en parte explicada por las dificultades en la negociación de los mínimos comunes y a una correcta anticipación por parte de los tomadores de decisiones en el sector respecto de los resultados adversos al oficialismo en el proceso electoral constituyente.”
“Es de esperar que esta incertidumbre en múltiples dimensiones de la coyuntura nacional (sanitaria, política y económica), con tendencias heterogéneas en el escenario internacional, se refleje en los subsiguientes meses en una mayor dispersión en el IMCE y que continuemos observando comportamientos opuestos en sus componentes, explicados por una visión de muy corto plazo de las expectativas empresariales, cerró la académica.
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