Correos, formularios, whatsapp, llamadas. Si una empresa desea comprar un producto a otra empresa proveedora, el proceso es largo y tedioso. ¿Exageramos? Para nada “Más de la mitad del tiempo de los equipos de venta de empresas proveedoras lo dedican a procesar y gestionar órdenes de compra” dice Carlos Lucero, socio fundador de Loken.
Carlos sabe del tema porque está decidido a hacerlo desaparecer, y lograr que el proceso de compraventa entre empresas sea mucho más sencillo. “Resolverlo con tecnología es crucial, sobre todo considerando que la pandemia aceleró la adopción del e-commerce B2B, el cual se estima que está creciendo a una tasa de más de un 18% anual”, explica.
¿Y cómo ayuda en este proceso Loken? Lo que Carlos (Ingeniero Comercial UAI, Magíster en Innovación y Emprendimiento y titulado en Ingeniería en Diseño del DesignLab UAI) junto a Daniel Godoy (Ingeniero Civil Industrial UAI, Magíster en Ingeniería Industrial e Investigación de Operaciones) y Pedro Lira (Ingeniero Comercial UAI, Magíster en Innovación y Emprendimiento y titulado en Ingeniería en Diseño del DesignLab UAI) crearon, es un Software as a Service que optimiza la gestión de las órdenes de compra para empresas con ventas mayoristas, mejorando la experiencia de usuario y haciendo los procesos de compraventa más eficientes.
“Nuestros clientes son empresas fabricantes o distribuidoras que venden productos de alta rotación, como alimentos, ropa, repuestos, etc. Les habilitamos una plataforma para que puedan vender fácilmente a otras empresas y nos conectamos a sus softwares de gestión empresarial internos (ERPs) para sincronizar sus listas de precios, stock y productos.”
Un ejemplo de uso común, dice, es cuando las empresas proveedoras conectan Loken con sus páginas web, donde muchas redirigen su sección mayorista a la App Loken para que sus clientes puedan comprar. “Cada cliente que desee comprar debe crearse una cuenta, en ese proceso se valida si está inscrito en el SII y se le asigna una lista de precio única para dicha empresa.”
Actualmente, están conectados con distintos ERPs, tienen más de 1.500 usuarios comprando a través de Loken y están trabajando en alianzas claves con empresas más grandes.
El emprendimiento ya participó de un programa de Start-Up Chile (se adjudicaron fondos por $10 millones en la tercera versión Build , programa de pre-aceleración para startups en fase inicial) lo que les permitió potenciar el desarrollo de la plataforma. “Además, nos dio la posibilidad de compartir con fundadores de otras startups, lo que consideramos sumamente valioso. Aprender de gente que ya ha recorrido este camino es el conocimiento más útil que uno puede obtener. Por otra parte, haber participado en el Demo Day del programa, donde solo pasan las mejores startups de cada generación, fue una experiencia enriquecedora que te conecta con agentes del ecosistema e inversionistas.”
Además, a principios de septiembre deberán participar de la gran final del Concurso Nacional Universitario “Impacto Emprendedor” (Organizado por la UDD y el Banco de Chile). “Es un aporte más a la validación de que el problema que estamos resolviendo es real. Para dicho concurso se postularon más de 700 proyectos a lo largo del país, donde solo 25 pasaron a la etapa siguiente y, de esos, solo 10 pasaron a la gran final.”
Un equipo multidisciplinario
Carlos dice que el hecho de tener un equipo fundador multidisciplinario ha sido muy valioso para el desarrollo de la startup. “Daniel Godoy viene de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, y Pedro y yo de la Escuela de Negocios y de DesignLab UAI. En el último tramo de comercial cursamos el Magíster en Innovación y Emprendimiento y obtuvimos una doble titulación al graduarnos también de Ingeniería en Diseño, de DesignLab UAI.”
“Del Magíster en Innovación y Emprendimiento destaco mucho el habernos permitido compatibilizar los estudios y una vía de titulación junto a la posibilidad de ejecutar un emprendimiento real. También fue clave la ayuda de nuestro profesor guía del magíster, Konrad Fernández, quien nos aportó con su gran experiencia dentro del ecosistema emprendedor. Por el lado de Daniel, que realizó el MIIIO, (Magíster en Ingeniería Industrial e Investigación de Operaciones) lo que más le aportó su magíster fue la capacidad analítica para resolver problemas con el uso de tecnología.”
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