Duelo postvacacional: cómo “aterrizar suave” en el trabajo luego de un descanso

24 de Febrero 2022 Noticias

Mariana Bargsted, profesora de la Escuela de Psicología de la Universidad Adolfo Ibáñez participó de un reportaje en La Tercera donde se abordó qué es el “síndrome postcavacional” (si es que este realmente existe) y cómo poder aterrizar de forma más “suave” en el trabajo luego de un descanso.

Y lo primero que hay considerar, precisamente, es el tiempo de descanso tomado.

“Con la forma tan intensa que trabajamos, una o dos semanas de vacaciones no permiten desconectarnos”, dice Bargsted, psicóloga y doctora en Comportamiento Social y Organizacional y directora del Observatorio de Futuro del Trabajo. “Está comprobado que después de dos semanas uno recién se relaja, por eso la sensación más general es que faltaron días de vacaciones”.

El tema del “regreso al trabajo” dicen en La Tercera, ha sido bastante estudiado puesto que no solamente afecta al individuo sino a la colectividad, ya que altera la performance de la fuerza laboral y por ende la de la economía. David Ballard, director del Centro para la Excelencia Organizacional de Asociación Psicológica de Estados Unidos, profundizó en este exacto fenómeno en su estudio de 2018 titulado “Trabajo y Bienestar”, donde concluyó: “Cuando la gente vuelve al trabajo y hay un montón de tareas esperando, lo que ha ganado en términos de descanso desaparece muy rápido. Si te empiezas a preocupar apenas tus vacaciones terminan, eso empieza a comerse la experiencia de recuperación”.

Sin embargo, los especialistas descartan que se trate de un síndrome. “Es totalmente normal sentir un poco de frustración, algo de ansiedad y por ende presentar una menor tolerancia a las labores, estar un poco más irritable” señaló a La Tercera Josefina Guzmán, psicóloga de Clinica INDISA.

Pero ojo. “Cuando hay ansiedad corporal o psicológica, irritabilidad, tensión o inquietud, es un indicador de que el trabajo tiene elementos negativos de estrés o riesgo psicosocial”, advierte Bargsted. En ese caso, más que un trastorno adaptativo es tu cuerpo-y/o-mente diciéndote “amiga, sal de ahí”.

Vacaciones de las vacaciones

Para un aterrizaje lo más armónico posible, Mariana Bargsted recomienda “volver con calma, despacio, quizá el primer día dedicarse a mirar los pendientes y planificar; no ponerse metas altas la primera semana. Lo duro del proceso depende de cuán radical es lo que estabas haciendo versus lo que vas hacer. Por ejemplo, pasar de una playa a una oficina. El malestar tiene que ver con eso, por eso conviene hacerlo paulatinamente”, agrega.

En ese sentido, aconseja no regresar a casa el último día de vacaciones. “Eso es bueno, tanto para ahorrarse los posibles tacos como para poder habituarse de nuevo a la casa y la ciudad”.

Por último, sugiere no cerrarle la puerta definitivamente a las vacaciones, al menos al mood relajado y buena onda que ellas consiguen en uno. “Es buena idea organizar algo para el fin de semana que viene, una salida a comer, conocer algún lugar, tener un panorama en mente para que la semana pase más liviana”.

También puede ayudar organizar un día para mirar las fotos y los videos que se hicieron durante esos días, para así mantener los recuerdos vivos y no olvidar que al final lo más espectacular de las vacaciones son la o las personas con las que fuiste y —lo más probable, esperemos que sea así— volvieron contigo.

Lee el reportaje completo de La Tercera, AQUÍ.

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