“No podemos permitir que más nunca nadie nos quite la democracia. La democracia es un valor, como el amor, el respeto, como cualquier otro valor que nos ensañan en casa”, fueron las palabras de entrada de Fabiana Rosales, la esposa del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, que el 23 de enero pasado, cuando Guaidó juró ante una multitud como Presidente interino del país, se convirtió en la “primera dama encargada” de Venezuela.

La periodista de 26 años militante de Voluntad Popular fue invitada a la UAI por el Magíster en Comunicación Política y Asuntos Públicos de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo. Su director, Max Colodro, conversó con ella sobre la situación que se vive en Venezuela hoy. Para ella, lo que se vive hoy “es una avalancha de esperanza” porque el venezolano se levanta ante la adversidad y tiene ese sentimiento de esperanza a flor de piel, “la gente sigue con ganas de seguir adelante”, dice.

También se refirió al cómo es ser joven en su país y manifestó que “ser joven y estar en Venezuela es un reto porque tienes dos opciones: o te quedas y sigues luchando por las oportunidades que quizás te robaron  o te vas y empiezas de cero a seguir luchando por buscar las oportunidades que también te robaron. Hoy ser joven en Venezuela implica quizás ver de lejos la oportunidad de salir a la calle y poder comer con tus amigos o de tener una familia. Ser joven en Venezuela es ser valiente”.

Además, aseguró que su misión es “promover el reencuentro, que llegue esa Venezuela llena de oportunidades y que vuelva esa hermandad venezolana que nos distingue”, y agregó que “ya no hay llanto de dolor sino de esperanza”.