Los trastornos de la conducta alimentaria son condiciones mentales severas que, además de la problemática psiquiátrica, suelen estar acompañados de comorbilidades médico-nutricionales que dificultan su tratamiento. Los trastornos alimentarios se encuentran entre los trastornos mentales con mayor tasa de mortalidad, por lo que es indispensable contar con profesionales altamente capacitados con el objetivo de brindar a los pacientes tratamientos personalizados, teniendo en cuenta las particularidades de cada caso.

Este nuevo magíster nace de la necesidad de contar con profesionales entrenados en estrategias clínicas basadas en la evidencia, para el tratamiento de los trastornos alimentarios. Asimismo, se busca dotar a las y los profesionales, de recursos para realizar un correcto diagnóstico, no sólo del trastorno alimentario y sus comorbilidades, sino también del entorno (por ejemplo, la pandemia asociada al covid-19) y los recursos terapéuticos con los que se cuentan en cada caso.

La duración completa es de 2 años. Durante el primer año (diplomado) los alumnos recibirán el entrenamiento en los protocolos de tratamiento con mayor evidencia científica (Terapia Cognitivo Conductual, Modelo Maudsley de Terapia Familiar, y Terapia Dialéctico Comportamental). Quienes opten por realizar el segundo año (magíster), llevarán a cabo diferentes prácticas supervisadas por sus entrenadores. Estas prácticas incluyen entrevistas de admisión, aplicación de los modelos de tratamientos vistos en el 1er año, charlas a familiares, etc.

Para Emilio Compte, director del Magíster: “A diferencia de otros programas, las alumnas y los alumnos recibirán una sólida formación clínica. Los entrenamientos en las modalidades de intervención serán vistos en profundidad, y no se limitarán a unas pocas clases introductorias. En todo momento se fomentará la interdisciplina comprendiendo los alcances y competencias de cada profesión. Finalmente, a través del taller de tesis las y los estudiantes estarán capacitados en la elaboración de casos clínicos, siguiendo normas orientadas a la publicación de trabajos en revistas científicas”.

El programa de diplomado/magíster ofrece la formación en las más recientes estrategias clínicas derivadas de la investigación científica, lo que permitirá que el Centro de Estudios de la Conducta Alimentaria (CECA) pueda contar con potenciales miembros sólidamente formados, que puedan cumplir funciones clínicas, de investigación, difusión y prevención.

Como señala Claudia Cruzat, vicedecana de la Escuela de Psicología e investigadora del CECA, este centro ha desarrollado a lo largo de los años cuatro grandes pilares: Investigación, formación de profesionales especializados, atención clínica por medio de un equipo multidisciplinario y vinculación con el medio. Estos cuatro ejes se articulan y nutren mutuamente, lo que enriquece la formación de profesionales en el área. “El estrecho vínculo con la investigación aplicada a los contextos locales, tomando en consideración las necesidades y características particulares y específicas de nuestros pacientes, enriquece la práctica clínica”, comenta la vicedecana.