Romina Hidalgo: “La innovación debería plantearse buscando el impacto positivo en las personas y el ambiente”

Biotecnóloga, con un doctorado en ciencias básicas y aplicadas, especialista en gestión de emprendimientos biotecnológicos y EMBA UAI. Romina Hidalgo, sabe bien cuáles son las dificultades con las que deben lidiar los investigadores para generar un impacto en la sociedad. De formación científica, en sus inicios ella también se desempeñó en esta área donde como parte de su trabajo desarrolló un hígado artificial. En ese entonces, la nueva directora de UAI+D, unidad de investigación, desarrollo y emprendimiento de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC), no conocía sobre el alcance de la transferencia de tecnología, las patentes y la propiedad intelectual. “A medida que iba avanzando comprobé lo complejo que es el camino del mesón del laboratorio al paciente-usuario. Ese camino, donde se debe ser un intérprete entre científicos, empresas, abogados, legisladores, usuarios -entre otros- me pareció fascinante. Actuar de catalizador para que las cosas pasen”, afirma.

A partir de ahí Romina comenzó a estudiar e investigar sobre emprendimientos biotecnológicos, propiedad intelectual, licenciamiento y transferencia tecnológica. Hoy, desde la FIC, su rol es potenciar una relación virtuosa entre academia e  industria. Ser, precisamente, un puente entre estos dos mundos diversos, pero complementarios.  En esta entrevista nos cuenta sobre los desafíos que se vienen para UAI+D en estos temas y el panorama que desde las universidades enfrenta la transferencia de conocimiento y tecnología en un escenario marcado por el COVID-19.

¿Cuáles son tus principales desafíos para UAI+D?

Mi principal desafío es maximizar el impacto de la Facultad de Ingeniería y Ciencias en la construcción de un mundo sostenible. Tenemos excelentes académicos y estudiantes que generan resultados de investigación, desarrollos y emprendimientos. Mi desafío es generar sinergias con otros actores que los potencien: empresas, entidades no gubernamentales, gobiernos, organismos internacionales.

¿Cómo debería plantearse la innovación  tecnológica y la i+d desde las universidades tras los efectos que dejará el COVID-19?

En las universidades somos expertos en resolver desafíos técnicos, pero a veces olvidamos que la innovación es un desafío adaptativo: un desafío complejo donde incluso las personas (y su comportamiento) son parte. En esta pandemia, las instituciones han cambiado sus prioridades, trabajando de manera flexible, multidisciplinaria y colaborativa con un propósito en común: cuidar a las personas. Se está encarando un problema adaptativo: no se trata únicamente de una infección viral.  Es también la logística de la atención de salud y otros problemas de salud asociados con el aislamiento, el impacto económico a nivel macro y micro, los modelos educativos, el cuestionamiento al teletrabajo y situaciones de violencia domestica que aumentan. Este contexto nos debería dejar un aprendizaje: un problema que tiene que resolver la humanidad nunca es un hecho aislado y la innovación requerida para solucionarlo debería plantearse buscando el impacto positivo en las personas y el ambiente.

¿Cómo se puede lograr una mayor  integración y participación de las mujeres desde la universidad en iniciativas de innovación tecnológica? 

Esto puede tener muchos abordaje. Yo comenzaría visibilizando modelos de rol relevantes y generando espacios de conversación donde mujeres y varones expresen qué barreras encuentran para generar estas iniciativas, ya que muchas veces no son las que suponemos. Esto, sumado a una formación en sesgos inconscientes, ya que nos condicionan en la autopercepción y en la percepción de los otros.

Redes Sociales

Instagram