Mares del pasado

20 de Febrero 2019 Noticias

“Un derrotero del mar del sur. El Pacífico americano a fines del siglo XVII”, es el título del libro lanzado por el historiador e investigador del Centro de Estudios Americanos de la UAI, Rodrigo Moreno.

Co escrito junto al académico peruano de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, Jorge Ortíz Sotelo, el trabajo investiga un manuscrito anónimo  de 1675  -que se encuentra en el Museo Naval de Madrid, España- que contiene cientos de ilustraciones y anotaciones de los navegantes.

En entrevista con el diario El Mercurio, nuestro académico UAI explica los pormenores de este libro publicado por la Biblioteca Nacional:

Una dupla chileno-peruana de investigadores se anticipa a las celebraciones de los 500 años del hallazgo del Estrecho de Magallanes, con el rescate de un valioso documento fechado en 1675, que es, además, el más antiguo que ha sobrevivido hasta hoy en su género.

Se trata de un documento manuscrito anónimo, que pertenece a la colección del Museo Naval de Madrid y que ahora es publicado por el Centro de Investigaciones Diego Barros Arana de la Biblioteca Nacional.

“Un derrotero del Mar del Sur. El Pacífico americano a fines del siglo XVII” incluye cientos de reproducciones facsimilares de ilustraciones cartográficas y sus anotaciones manuscritas originales, más la transcripción de esos textos. Asimismo, incorpora un iluminador estudio preliminar de Rodrigo MorenoJeria — investigador del Centro de Estudios Americanos de la U. Adolfo Ibáñez— y Jorge Ortiz Sotelo —profesor de la U. Nacional Mayor de San Marcos de Lima—. Este estudio le da un contexto histórico al manuscrito.

“*Derrotero” viene de “roteiro”, es decir, ruta. Es una guía que les indica a los navegantes por dónde deben dirigirse, qué cosas pueden encontrar en determinados puertos y qué peligros existen”, explica Jorge Ortiz, desde Lima. Rodrigo Moreno lo complementa: “Los mapas náuticos eran una representación de la costa vista desde el mar, con perfiles e instrucciones para la navegación segura y la identificación de fondeaderos”.

Obstáculos naturales a los cuales ya a fines del siglo XVI se sumó el peligro de corsarios isabelinos y piratas. “Amenazan todo el tráfico en el Mar del Sur”, dice Ortiz, quien es capitán de fragata (r), y aclara que “hoy los derroteros son públicos, pero en el pasado cada piloto tenía sus derroteros, eran sus secretos, y se sucedían al ayudante, quien seguía actualizándolos. Conformese van consolidando los Estados y las marinas nacionales, aparecen oficinas hidrográficas que convierten esto en una labor del Estado”.

Sin embargo, el documento que están rescatando no lo confeccionó un piloto, sino un comerciante anónimo. “Este derrotero náutico es una síntesis realizada en 1675 de diferentes mapas y cartas de navegación, elaboradas por pilotos españoles en toda la costa del Pacífico Americano y Filipinas. Describe todos los espacios geográficos y las instrucciones para quienes lo harán en el futuro. Es una experiencia viva puesta al servicio de otros, y con el valor de que fue confeccionado en El Callao, es decir, es una obra sobre el Pacífico hecha en el Pacífico”, comenta Moreno. Y destaca que “este corpus cartográfico es completo, de una costa que no tenía límites ni fronteras, sino una continuidad desde Acapulco hasta el cabo de Hornos”.

Ambos investigadores confiesan que lo que más los emociona de este manuscrito es que su autor imaginó su obra publicada, con fines comerciales. “Lo increíble es que tuvieron que pasar 344 años, hasta que este hermoso y útil corpus cartográfico viera la luz”, apunta Moreno.

Igualmente, coinciden en la pertinencia de que este proyecto sea binacional, puesto que compartimos una historia común a través del océano Pacífico.

“Esta publicación es una importante contribución a la historia y la geografía. Nos permite ver el Pacífico y sus costas como un todo, no fragmentado por los límites políticos que, posteriormente, las repúblicas americanas establecerían al emanciparse de España”, declara la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés.

Rafael Sagredo, director del Centro Barros Arana, es tajante. La historia de la exploración del litoral occidental de América es “prácticamente desconocida”, y lo que se sabe de ella proviene principalmente de “sucesos ocurridos en tierra, al interior del continente”.

“Con este libro estamos poniendo en valor un patrimonio hasta ahora inaccesible para la mayoría. Este derrotero es un verdadero resumen de todo lo conocido sobre la costa occidental del continente americano hacia fines del siglo XVIL, permite apreciar la forma, el ritmo y la exactitud del proceso de reconocer este litoral”, aclara Sagredo.

Y destaca que la lectura conjunta del estudio preliminar y el derrotero permite perfilar a figuras tan relevantes como el explorador Juan Fernández y valorar el desconocido papel que pilotos y cosmógrafos tuvieron al delinear un continente. “Es un aporte sustantivo al conocimiento de la historia americana en un momento particularmente importante; en vísperas de conmemorarse 500 años del viaje de Magallanes, uno de cuyos hitos es el cruce del estrecho que hoy lleva su nombre”, sentencia.

Un hito, agrega Moreno, “que no podemos pasar por alto porque significó el inicio de la navegación transoceánica”. 

Publicado en El Mercurio.

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