La muerte del antipoeta

23 de Enero 2018 Noticias

Reconocido como uno de los grandes de la poesía del último tiempo gracias a su escritura rupturista y revolucionaria, el matemático, físico y poeta chileno dejó de existir a los 103 años. El ganador de reconocidos galardones como el premio Nacional de Literatura (1969) y del Premio Miguel de Cervantes (2011) fue un referente para la literatura hispanoamericana gracias a su obra  “Poemas y antipoemas” (1954) que lo encumbró en lo más alto de la cultura del siglo XX.

La directora del Departamento de Literatura, Antonia Viu, nos comenta sobre la huella que dejó tras su partida:

– ¿Cuál fue el legado de Parra?

Un legado material, visual y poético integrado por más de veinte poemarios, y otros materiales poéticos compuestos desde 1937 y a lo largo de ocho décadas, que rompen con todos los límites y convencionalismos de la poesía hasta ese entonces en Chile y en gran parte del mundo en cuanto a los soportes posibles y las retóricas de lo apropiado y lo coherente.

– ¿Cómo definirías la antipoesía?

La irrupción de lo que era considerado vulgar y del humor en la poesía, el juego con los lugares comunes, lo accesible, aquello que todos entendemos y vemos a diario y que sin embargo logra sorprendernos y alterar lo que está naturalizado en el lenguaje y en las estéticas convencionales.

– ¿Consideras, como muchos afirman, que es uno de los mejores poetas de su época a nivel mundial?

No soy especialista en poesía, pero sí me parece un gran poeta por su trayectoria, por el impacto que produjo en el arte en general y en la literatura en particular, en varias generaciones de poetas, por su irreverente manera de apropiarse del lenguaje, incluso el de Shakespeare al traducirlo. Recuerdo haber estado en su casa de La Reina en los noventa, pidiéndole un artefacto para el diario cultural de la Feria Internacional del libro de Santiago que estábamos editando, y haberle oído recitar a Shakespeare en un ritual que disfrutaba como un juego y en el que todos terminamos siendo burlados por su ingenio, su humor y su dominio de la ironía.

– A tu juicio, ¿le faltó el premio Nobel de literatura?

No sé si le faltó a él, pero creo que lo hubiera merecido.

*Crédito foto: El Mercurio.

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