Paula Lam es exalumna y actualmente profesora del área economía de la Escuela de Negocios de la UAI, y según explica, la docencia es su pasión. “Es un espacio que disfruto demasiado, en el que aprendo y me desafío día a día, y aunque a veces uno esté cansado es muy gratificante el trabajo.”

Uno de los principales desafíos que tiene como académica es entregar cursos cada vez más completos, creativos e inclusivos, “donde se atienda a la diversidad de aprendizaje, que sea un espacio de empatía, en el que cada participante del curso tenga un rol fundamental en la creación de valor del mismo.”

Paula dice que mucho de su trabajo como docente viene de su experiencia como estudiante. “Nunca encajé en el sistema tradicional de educación, siendo estudiante neurodivergente.” Siempre, eso sí, fue una estudiante destacada en matemática.

Considerando todo lo anterior, la profesora se siente muy complacida que una metodología que ella comenzó a utilizar en sus clases haya sido incluida en el libro “Innovaciones Docentes” del Centro de Aprendizaje UAI.

¿De qué se trata?

Paula innovó en la metodología de la enseñanza de aprendizaje, incorporando consultoría de juego a sus clases de microeconomía: Se presentan casos de clientes a los estudiantes, y ellos deben  asesorarlos utilizando la teoría de juegos. Los casos son reales y los protagonistas de dichos casos asisten a una clase donde reciben la asesoría de los grupos. “El objetivo principal es mostrar que la teoría de juegos es útil para analizar y resolver muchas situaciones cotidianas, además de integrar distintas habilidades (comunicación, trabajo en equipo, creatividad, etc.)”

Los estudiantes, dice, reaccionan muy bien ante esta metodología. “Los saca de la expectativa y de lo que están acostumbrados a ver y hacer en la clase. Me permite conocer otros aspectos y habilidades de ellos y salen cosas muy buenas.”

Paula agrega que para ella es un honor y un orgullo haber sido incluida en este libro. “Soy muy apasionada por la docencia y dedico mucho tiempo a estudiar, crear y planificar actividades que aporten valor al curso, que sean distintas y que permitan que los estudiantes se involucren activamente. Creo que es consecuencia de un trabajo que he venido haciendo prácticamente desde que empecé siendo ayudante el 2014, donde he aprendido mucho, estudiando, de otros profesores y de mis estudiantes que también siempre traen buenas ideas.”

La profesora destaca a tres personas que la han inspirado en el mundo de la docencia. Primero, a su profesora de colegio Cristina Pozo, “que siempre confió en mí. Segundo, Gonzalo Islas, en la UAI, de quien aprendí muchísimo de contenido y de metodología, ya que sus clases siempre eran muy innovadoras. Y en tercer lugar, a mi mamá, que es la mejor profesora que conozco y me guía siempre con ideas, recursos y consejos para el aprendizaje, aunque no sepa el tema de la clase.”