Estamos siendo golpeados por una pandemia de proporciones cuyas consecuencias aún no vislumbramos del todo. Ella ha alterado nuestras formas de vida de maneras impensadas y seguramente también las modificará en el futuro. No son tiempos normales, pero la universidad no puede renunciar a cumplir sus funciones sociales esenciales: la formación de jóvenes y el cultivo del pensamiento superior. Sin embargo, también tenemos que tener la capacidad de adaptarnos a la nueva realidad.

Cumplimos un mes desde que la crisis sanitaria nos obligara a suspender las clases presenciales. Gracias al esfuerzo y compromiso de toda la comunidad UAI, con orgullo podemos afirmar que prácticamente el 100% de las clases están siendo impartidas de manera remota.

Como destacó el rector Harald Beyer, “Supimos reaccionar sobre la marcha, y es destacable que en estas semanas hayamos hecho más de 550 clases en forma remota diariamente, con un promedio de participantes que supera las 28 mil 500 personas cada día”.

La Universidad Adolfo Ibáñez ha estado aprendiendo de esta experiencia y ha recibido sugerencias para mejorar desde los estudiantes y sus representantes, de los directores de docencia, de los académicos y de los equipos de la Vicerrectoría Académica. De manera paralela, se ha estado estudiado las iniciativas que están implementando universidades de otras latitudes.

Modalidad online Ingeniería Comercial UAI

La Escuela de Negocios de la UAI se venía preparando para dar un paso en esta dirección pensando en la contingencia relacionada con el estallido social del año 2019. Así lo cuenta en vicedecano de Ingeniería Comercial, Pablo Castañeda. “Naturalmente, pasar de la planificación a dictar casi 500 sesiones semanales de clases de un viernes a un lunes fue extraordinariamente desafiante para todos, especialmente para docentes y estudiantes. Habiendo concluido las encuestas tempranas, los resultados han sido muy positivos. Hay una enorme valoración de parte de los estudiantes del esfuerzo que han realizado sus profesores y viceversa, y una gran empatía por parte de los docentes por las nuevas condiciones en las que nuestros estudiantes deben continuar sus estudios.”

Algunos datos: Ingeniería Comercial dicta en promedio 58 clases diarias de 197 cursos del primer semestre de pregrado, en ambas sedes de la UAI. Cada módulo dura una hora y 10 minutos y la participación promedio de estudiantes por día es por sobre el 95%.

“En suma, ha sido un gran aprendizaje para todos. Pasamos desde una etapa inicial en donde el objetivo fue dictar clases, hasta hoy donde hemos comenzado a adaptar nuestras asignaturas a la modalidad online. En el caso de los magísteres de 5to año de la Escuela de Negocios, los resultados han sido muy positivos, en algunos casos, hasta mejores que la modalidad presencial, lo que es mérito de nuestros directores, docentes y estudiantes.”

La experiencia de los alumnos

Matías Naranjo. Tercer Semestre Ingeniería Comercial. Campus Viña.

“La experiencia con la nueva modalidad de clases online ha sido favorable, en el sentido de poder ver las clases grabadas las veces que necesite, ahorro de tiempo al no asistir a la universidad y, al ser de región, el poder estar más tiempo con mi familia. (Vive en Rancagua). Ahora, los problemas de conexión generan dificultades, y claramente el aprendizaje que se logra en el aula en un ambiente académico es incomparable. Pero considerando el contexto de la difícil situación que estamos pasando como país y en el mundo, pienso que el actuar de la UAI fue acertada y con una rápida implementación.”

Rodrigo Calvo. 4 año de Ingeniería Comercial. Campus Peñalolén. Ayudante Contabilidad II y III. Ayudante Coordinador Contabilidad II.

“En mi experiencia como alumno considero que el semestre online ha tenido  elementos positivos, como por ejemplo, el beneficio para los alumnos que viven apartados de la universidad y que sufrían dificultades cuando las clases eran en el primer bloque o en el último, teniendo muchas veces faltar por este motivo. Otro elemento positivo es que como los profesores suben las grabaciones de las clases, uno puede repetirlas una y otra vez hasta entender la materia.

En los elementos negativos, hay quienes pueden tener dificultades externas producto de no tener cámara o micrófono en el computador, o un internet deficiente. Hay además algunos profesores cuyas asignaturas simplemente es difícil llevarlo a digital o a veces, se pierde la oportunidad de preguntar dudas que muchas veces surgen de manera presencial. Un elemento ajeno a las clases es la imposibilidad de relacionarse con los compañeros de manera presencial lo que muchas veces disminuía el estrés de los alumnos.

Desde el punto de vista de la asignatura en la cual soy ayudante, no hemos tenido mayores dificultades, ya que decidimos enfocar las ayudantías a videos para que los alumnos pudieran repetirla cuantas veces quieran, complementándolo con horarios de consultas. Teniendo este método una buena aceptación por parte del estudiantado.

Las dificultades que se presentaron fueron a nivel técnico, ya que hubo que aprender a usar aplicaciones que no eran de uso común como lo son Zoom o las aplicaciones de edición de video. O el cómo poder tomar evaluaciones teniendo que innovar usando aplicaciones como Forms que permite realizar cuestionarios de mejor manera.