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Solo por hoy

Quizás mi aporte sea hoy soltar esta antigua tristeza, que se ha albergado en un recóndito rincón de mi alma, y soltarla, permitiendo que se abra un nuevo surco, vacío y anhelante.
Claudio Araya

Claudio Araya

PhD en Investigación en Psicoterapia
Director Académico del Magíster en Mindfulness Relacional y Compasión UAI
  • Doctor en Investigación en Psicoterapia, Pontificia Universidad Católica de Chile en co-tutela con la Universidad de Chile, 2016.
  • Magíster en Psicología Clínica, Universidad Adolfo Ibáñez, 2006.
  • Psicólogo, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2004.

Es docente de la Escuela de Psicología desde marzo de 2008 en cursos de pre y post grado. Además, forma parte del equipo de mindfulness relacional de la UAI, desarrolla talleres e investigación en la temát...

¿Qué pasaría si solo por hoy no tuviera nada que controlar, nada por lo cual sobre-esforzarte?

Quizás hoy es ese día.

Solo por hoy, no ayudaré al sol para que se levante, ni le daré una mano al piso para que me sostenga, no necesitan de mi ayuda, solo por hoy me dejaré sostener.

Miro a mi alrededor y contemplo el gran orden que va más allá de mi.

La bóveda estrellada está ahí latiendo, como lo ha estado desde el inicio de los tiempos, sosteniéndonos en silencio ¿Puedes escucharla?

Esta noche la bóveda contempla nuestro baile, que al unísono crean figuras en el amplio aire ¡Qué delicia contemplarlo!

Dejarme sostener no es lo mismo que dejar todo botado o vivir despreocupadamente.

Yo también formo parte de este orden, de esta danza.

Quizás mi aporte sea hoy no poner obstáculos y dejar que ocurra lo que tenga que ocurrir, para luego agregar mi verso.

Quizás mi aporte sea hoy quedarme quieto, justo aquí, y por una vez dejar de huir, para luego hacer lo que me toque hacer ¡y esto ya es suficiente!

Quizás mi aporte sea hoy soltar esta antigua tristeza, que se ha albergado en un recóndito rincón de mi alma, y soltarla, permitiendo que se abra un nuevo surco, vacío y anhelante.

Solo por hoy voy a soltar esta antigua melancolía, y le voy a responder con mi media sonrisa, tan poderosa y simple.

Y no esperaré a que el universo me responda, le expresaré mi verso, con mi espalda erguida y mi corazón abierto.

Al detenerme reconozco ya los nuevos brotes, los veo reflejados en el aire fresco, en nuestro encuentro fraterno y en tu mirada.

Y puedo tocar esta alegría cálida y empaparme de ella.

No quiero adelantarme ni dar ninguna batalla por ganada, mañana será otro día, por lo tanto, solo por hoy me dejaré sostener en esta amplia bondad, más amplia que nosotros mismos, y sostenidos por ella caminaremos juntos.

Solo por hoy

Quizás mi aporte sea hoy soltar esta antigua tristeza, que se ha albergado en un recóndito rincón de mi alma, y soltarla, permitiendo que se abra un nuevo surco, vacío y anhelante.

¿Qué pasaría si solo por hoy no tuviera nada que controlar, nada por lo cual sobre-esforzarte?

Quizás hoy es ese día.

Solo por hoy, no ayudaré al sol para que se levante, ni le daré una mano al piso para que me sostenga, no necesitan de mi ayuda, solo por hoy me dejaré sostener.

Miro a mi alrededor y contemplo el gran orden que va más allá de mi.

La bóveda estrellada está ahí latiendo, como lo ha estado desde el inicio de los tiempos, sosteniéndonos en silencio ¿Puedes escucharla?

Esta noche la bóveda contempla nuestro baile, que al unísono crean figuras en el amplio aire ¡Qué delicia contemplarlo!

Dejarme sostener no es lo mismo que dejar todo botado o vivir despreocupadamente.

Yo también formo parte de este orden, de esta danza.

Quizás mi aporte sea hoy no poner obstáculos y dejar que ocurra lo que tenga que ocurrir, para luego agregar mi verso.

Quizás mi aporte sea hoy quedarme quieto, justo aquí, y por una vez dejar de huir, para luego hacer lo que me toque hacer ¡y esto ya es suficiente!

Quizás mi aporte sea hoy soltar esta antigua tristeza, que se ha albergado en un recóndito rincón de mi alma, y soltarla, permitiendo que se abra un nuevo surco, vacío y anhelante.

Solo por hoy voy a soltar esta antigua melancolía, y le voy a responder con mi media sonrisa, tan poderosa y simple.

Y no esperaré a que el universo me responda, le expresaré mi verso, con mi espalda erguida y mi corazón abierto.

Al detenerme reconozco ya los nuevos brotes, los veo reflejados en el aire fresco, en nuestro encuentro fraterno y en tu mirada.

Y puedo tocar esta alegría cálida y empaparme de ella.

No quiero adelantarme ni dar ninguna batalla por ganada, mañana será otro día, por lo tanto, solo por hoy me dejaré sostener en esta amplia bondad, más amplia que nosotros mismos, y sostenidos por ella caminaremos juntos.