La encuesta GFK Adimark 2016 de fútbol establece que Colo Colo y Universidad de Chile son los equipos más populares en todas las regiones. Cobreloa es la excepción que confirma la regla, siendo el único más popular en su ciudad, Calama. El estudio es un síntoma del centralismo. El gobierno ha propuesto la elección democrática de intendentes contra esta tendencia. No obstante, la medida no parece más que un placebo para las regiones, que más que favorecerlas va entorpecer las relaciones con el poder central, aumentar el gasto y la burocracia. Si se quiere frenar la centralización basta ser fiel al sentido que tiene la organización del Estado en tres poderes, con el Legislativo encargado de representar y velar por los intereses de las provincias.

El problema es que esto no se cumple por normas laxas y hechas por los partidos en su propio beneficio. Así llegamos a que hoy la exigencia para que los diputados representen a una región sea sólo tener dos años de residencia, cuestión que rara vez se cumple. Sin embargo, para los senadores, increíblemente, no existe obligación alguna de poseer un vínculo con la zona que representan. Basta tener el apoyo del partido para ser senador, ¿de dónde? Eso queda a la “suerte de la olla”. Seguir insistiendo en una mayor participación democrática, cuando el resultado de esta elección no se va a traducir en mayor poder de las regiones, es seguir engañando a la ciudadanía. Hay otras medidas más concretas y menos populistas para luchar contra la descentralización. La obligación de que los diputados y senadores sean representantes de sus circunscripciones, es el primer paso.