Boric vs Kast y la batalla en las redes sociales

12 de Diciembre 2021 Columnas

A una semana de las elecciones que definirán quién será el próximo presidente de Chile por los siguientes cuatro años, resulta interesante analizar el curso que han tomado las campañas a favor y en contra de cada uno en las redes sociales.

Hace más de treinta años y cuando ninguna de estas plataformas existía, el plebiscito que iba a marcar el futuro de Chile estaba condicionado por lo que fuera a suceder en la franja televisiva.

El Gobierno Militar, confiado en el éxito económico de los últimos años, apostó por la campaña del terror contra el comunismo. Votar por el NO era regresar al socialismo, la estatización de la economía, las largas filas y la angustia de no tener qué comer: “Sí, Usted Decide. Seguimos adelante o volvemos a la U.P.”, decía una voz en off con un fondo negro y letras blancas, buscando aterrorizar a la población. A pesar de eso, ni la música de Indiana Jones de fondo, mientras el general Augusto Pinochet recorría las regiones, lograba convencer a la mayoría. Menos el jingle: “Sí, sí, porque yo quiero vivir feliz”, que mostraba a unos jóvenes rubios y esbeltos divirtiéndose en un estadio.

La Concertación, en cambio, en vez de fijar el foco en la Dictadura y en los horrores cometidos contra los Derechos Humanos durante esos años, apostó por una campaña de la alegría. El arcoíris fue el símbolo de la propaganda y el “Chile: la alegría ya viene”, el lema que le dio a este plebiscito una mística especial.

La película NO quiso forzar el triunfo en las elecciones de 1988 a un éxito publicitario, no obstante, los resultados responden a razones mucho más profundas y complejas que lo que pueda aparecer en la televisión. A pesar de esto y cuando los márgenes son tan estrechos, sí pueden dar ese empujón final que desequilibra la balanza.

¿Qué vemos ahora? Lo primero es que la franja televisiva ha dejado de tener un lugar relevante en la toma de decisiones. No solo porque cada vez las personas ven menos televisión, sino porque además, hay una gran mayoría que se informa a través de internet ¿Por qué esperar hasta antes de las 21:00 cuando puedo ver lo mismo en mi teléfono inteligente a la hora que quiera?

Aunque es difícil separar esa grasa de descalificaciones que uno encuentra en las redes sociales, sí podemos distinguir como un elemento a considerar en esta segunda vuelta, que los adherentes de cada uno de los candidatos, de forma consciente o inconsciente, ha tomado un camino distinto.

Haciendo una distinción entre la campaña oficial y los seguidores de Gabriel Boric, éstos últimos se han lanzado en contra de José Antonio Kast utilizando, como su principal arma, el miedo. Kast es volver a la dictadura y, si rebobinamos en el tiempo, retornar incluso al nazismo. Kast es Hitler y Pinochet juntos. Una amenaza directa a orientaciones sexuales distintas. En esa línea, ningún miembro del LGTB+ podrá descansar tranquilo mientras Kast tenga la posibilidad de ser presidente. Si nos guiamos por lo que dicen las redes, Kast no solo está en contra de los homosexuales, sino también contra las madres solteras, la libertad de la educación, los laicos y ateos.

Por el contrario, la campaña de los seguidores de Kast contra Boric ha puesto el acento en la supuesta torpeza el candidato, haciendo énfasis en los errores que ha cometido, por ejemplo, frente a preguntas relacionadas con la economía. Si Kast es Hitler y Pinochet, al mismo tiempo, el oriundo de Magallanes es el Chavo del Ocho y Humbertito en un solo personaje apodado “El Cifras”.

El problema para Boric es que mientras en twitter las redes están marcadas por la gravedad de los comentarios, la agresividad y mala onda en contra de su contendor, en Instagram y Tik Tok, dos redes bastantes más populares entre los jóvenes, las ediciones de video en contra de Boric con risas, música de fondo e imágenes divertidas parecieran ser la tónica en contra su persona.

Finalmente, aun cuando existe un porcentaje de electores que, independiente de lo que lean, escuchen y vean ya tienen definido a su candidato, hay otro porcentaje que va a tomar la decisión de acuerdo a lo que vea en los debates y las redes sociales. La pregunta clave es si ganará la campaña del terror en contra de Kast o la de la ridiculización en contra de Boric. Si nos guiamos por lo que sucedió en 1988, el humor en contra de Boric le daría una pequeña ventaja a Kast.

Publicada en El Mercurio de Valparaíso.

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