Recientemente el escurridizo artista grafitero Bansky confirmó mediante un video la autoría de numerosas obras que habían aparecido por aquí y por allá en varias ciudades de Inglaterra. El arte de Bansky se ha caracterizado por ser altamente político pero al mismo tiempo de gran sugerencia poética. Por sugerencia poética me refiero a que su significado no es del todo fijo y que se ramifica en diversas connotaciones. Un ejemplo de una de sus obras ya bien conocida: un joven encapuchado en postura de lanzar una molotov pero en su mano estirada lleva un ramo de flores en vez de la esperada bomba.
Entre los últimos graffitis reconocidos destaca uno realizado en una húmeda pared verdosa: tres niños juegan en un bote que se hunde y uno de ellos intenta achicar agua con un balde. En la pared se lee: Todos estamos en el mismo bote (We’ re all in the same boat). La frase se ramifica en múltiples conexiones. Primero me recuerda la frase de Piñera durante la pandemia: “Esta pandemia nos ha enseñado una vez más que nadie puede salvarse solo, que todos vamos en el mismo barco y sólo si remamos unidos, llegaremos a buen puerto”. También podemos citar la genial viñeta humorística de Quino que parodia esta supuesta idílica unidad. En medio de un tormentoso mar, vemos un bote en que un empequeñecido remero enfrenta a un montón de señores pulcramente vestidos y sentados cómodamente en mesas tomando. A pie de página se lee: “ ¡¡¿Cómo que no rema más?!! ¡¡Me extraña, Fernández!! ¡¡Estamos o no estamos en la misma barca??”. Hay una frase que también circula ampliamente por los medios: “No estamos en el mismo barco. Estamos en el mismo mar. Algunos en yate, otros en lancha, otros en salvavidas y otros nadando con todas sus fuerzas”.
En 1993, Maurice Sendak, escritor e ilustrador infantil norteamericano publicaba un extraño libro titulado: Estamos todos en el vertedero. Con ácida y al mismo tiempo tierna mirada mostraba la vida de un grupo de homeless bajo el puente Brooklyn en Nueva York. Al final de la historia dos niños abandonados deciden acoger a un bebé tan desamparado como ellos bajo el lema de “Cuidaremos de él como hacen las personas”. La conexión con Sendak brota de la estructura del título de “estar todos en”.
El graffiti de Bansky se puede leer también desde clave medio ambientalista. El bote es obviamente el planeta tierra que se hunde en medio de un desastre climático: sequías, inundaciones, olas de calor, etc. Una frase manida de Piñera, una viñeta gráfica de crítica social de Quino, la ternura ácida de otro artista como Sendak que radicaliza una visión esperanzadora. Todo esto puede surgir de un reciente graffiti de Bansky. Porque un artista, aunque se refiera mediante su obra a conflictos sociales y políticos, no deja por eso de ser un artista: sugiere, invita a pensar, retoma lugares comunes y vuelve a preguntar. Eso sí, más que preguntarme si estamos todos o no en la misma barca, yo me preguntaría primero por la barca misma.
Publicada en El Mercurio de Valparaíso.