Francisca Rengifo, investigadora del Centro de Estudios de Historia Política de la UAI junto a Klaus Gallo, académico argentino de la Universidad Torcuato Di Tella y miembro del consejo de dicho centro (CEHIP) organizaron un conversatorio para  presentar la colección “Historia Política de Chile, 1810-2010” en el Departamento de Estudios Históricos y Sociales de dicha Universidad trasandina. El conversatorio, afirma Rengifo, “fue un espacio de reflexión y de intercambio entre investigadores sobre la historia política latinoamericana”.

En la actividad participaron Paula Bruno, directora del Departamento de Estudios Históricos y Sociales y los profesores Ricardo Salvatore, Guillermo Ranea. Asimismo participó una de las autoras chilenas de la colección, Carla Rivera.

La presentación, comenta la académica UAI, trató sobre los desafíos conceptuales y metodológicos que implica pensar la historia política de Chile en sus dos siglos de vida republicana: “los problemas historiográficos que cruzan los cuatro tomos de la colección dan cuentan de la ampliación de “lo político” y la consecuente apertura analítica que esto significa. Cuestiones como revolución, guerra civil, caudillismo, state-building, sociedad civil, república, democracia, dictadura, etc., la lista es extensa y estos temas interrogan a la historia política latinoamericana”, sostiene.

Asimismo afirma que esta colección, más que la intención por parte de la colección de abrazar todas estas cuestiones, convocó perspectivas organizadoras de estos problemas en torno a “Tomo I: Prácticas políticas”, “Tomo II: Estado y sociedad”, “Tomo III: Problemas económicos” y “Tomo IV: Intelectuales y pensamiento político”.

La académica y editora del segundo tomo, sostiene que este trabajo no es una colección ordenada cronológicamente, sino que la apuesta es a especificar la periodificación de la historia política de Chile y las dinámicas temporales de cada una de las dimensiones desde las cuales estos procesos se analizan.

Para Rengifo, la relevancia de este conversatorio es que “abrió una fructífera reflexión” entre los académicos-investigadores presentes respecto de cómo se está pensando la historia política y cómo se está enseñando en nuestros respectivas  universidades.“Creamos redes internacionales de trabajo colaborativo que permiten potenciar estudios transnacionales”, concluye.