Chile y Reino Unido conmemoran el primer siglo de la hazaña del Piloto Pardo al rescate del Endurance

24 de Mayo 2016 Noticias

Diversas actividades (una exposición, conferencias y un libro) están emprendiendo distintas instituciones como la Biblioteca Nacional, la Fundación Piloto Pardo, la Cancillería y la embajada de Chile en Londres para relevar la figura de este héroe silencioso.

Hace 100 años un joven piloto y su tripulación recibieron la difícil misión de ir al rescate de 22 náufragos que sobrevivían a duras penas en la isla Elefante. A finales de 1914, el buque británico Endurance había quedado aprisionado en los hielos antárticos, hundiéndose definitivamente en noviembre de 1915. Cuando su líder, Sir Ernest Shackleton, pidió ayuda a Chile, no fue fácil: tres intentos fallidos de rescate hicieron patente -de manera dramática- que el invierno y la nieve en la Antártica son implacables.

La travesía del comandante anglo-irlandés Ernest Shackleton (1874-1922) no fue para nada menor: su plan era cruzar por primera vez el continente blanco, pero su dotación quedó abandonada en el hielo, por casi dos años.

Consciente de todos los peligros, el piloto Luis Pardo Villalón (1882-1935) decidió arriesgarse y protagonizar este salvamento. A la medianoche del jueves 25 de agosto de 1916, se embarcó desde Punta Arenas en la escampavía Yelcho, llevando a bordo a Shackleton y a sus compañeros Worsley y Crean. Sorteó con éxito los témpanos de hielo y la banquisa, llegó al campamento y rescató “sanos y salvos” a la tripulación del Endurance. Luego emprendió el regreso a Punta Arenas.

Antes de subirse al Yelcho y de emprender la que terminaría convirtiéndose en la primera intervención oficial chilena en territorio antártico, le escribió a su padre: “La obra es grande, pero nada me arredra: soy chileno. Dos consideraciones me hacen afrontar estos peligros: salvar a los exploradores y darle un nombre a mi patria”.

Fernando Wilson, historiador y docente de la Facultad de Artes Liberales de la UAI, considera que esa misiva, “pese a lo barroco de su escritura, es un texto brillante, bastante elocuente y que resume las distintas tradiciones que se desprenden de la figura del piloto”.

“Su figura es muy interesante. El piloto es hijo de varias tradiciones; por un lado se aprecia en él lo que fue la construcción de la clase media chilena, la instalación de la mesocracia y de meritocracia nacional. Él, quien provenía de lo que hoy conocemos como una clase media baja, buscó a través del mérito, de los estudios, de la carrera profesional, y en este caso el servicio al Estado, un mecanismo de ascenso social, pero sobre todo de prestigio personal. Y lo hizo de forma brillante”, añade.

Wilson puntualiza que también su figura representa una visión de la Marina con una importante presencia soberana en tierra austral, “un interés que viene desde la fundación del Fuerte Bulnes y Punta Arenas. Incluso en los momentos más serios y difíciles, con serias amenazas a nuestra soberanía territorial, la Armada ha mantenido una fuerte atención sobre el territorio de Magallanes y las tierras australes. La figura del piloto calza en esa línea, en ese eje”.

El profesor alude a una visión de alguna historiografía chilena donde, a su juicio, “se plantea una visión algo particular: se sugiere que en el Reino Unido no se reconoció al piloto Pardo por orgullo. Eso no es así. Shackleton y los sobrevivientes sí se refieren a él, pero hay que entender las circunstancias: el ambiente en el Reino Unido, al retorno de la expedición. ¡Fue espantoso! Se estaba librando la batalla del Somme con sus cientos de miles de muertos y los detalles del regreso de la Imperial Transantartic Expedition rozaban entre lo trivial y lo irrelevante. No es que no tomaran en consideración al marino chileno, sino que también no dieron una real relevancia a Ernest Shackleton, quien quedó aplastado por el espantoso cambio de folio que significó la Primera Guerra Mundial. Hoy, gracias a un trabajo conjunto de distintas instituciones se busca, precisamente, poner en su lugar a nuestro compatriota y reconocerlo”.

El académico viajará a Reino Unido en octubre en el marco del centenario de esta hazaña que se conmemora el 30 de agosto. Allá realizará una serie de charlas para relevar la figura del marino chileno en la Royal Geographic Society de Londres, en Liverpool, en la Universidad de Edimburgo en Escocia y en el Scott Polar Research Institute de la Universidad de Cambridge.

*Fuente: Artes y Letras El Mercurio – 22 de mayo 2016.

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