Magíster en Antropología y Desarrollo, Universidad de Chile. Ha realizado intervenciones en diversas organizaciones en áreas de reclutamiento y evaluación de personal, capacitación y asesorías organizacionales.
(...) hasta qué punto una organización puede llegar a ser culpable de los delitos de sus miembros. ¿En qué minuto una seguidilla de varias acciones deja de ser una simple sumatoria de casos aislados y pasa a convertirse en un mal institucional?
La pregunta no es si un cambio constitucional desmantelará el actual estado de cosas, sino si estará lo suficientemente bien pensado como para crear un escenario mejor que favorezca la llegada de inversores que sintonicen con él.
Pero tal vez lo más terrible es constatar que existe una ceguera aún mayor. Que aún siendo espantoso perder la facultad de ver con los ojos, resulta aún peor cuando la ceguera está instalada en la mente.