Se observa un aumento -que en todo caso no es significativo- en los casos donde la Corte siguió su propio camino en temas de experticia económica y no fue deferente con el TDLC ni FNE. Es de esperar que esta tendencia no se profundice en los casos por venir y así ir engrosando la predictibilidad que destila la correcta aplicación de argumentos técnicos.