La Comisión Nacional de Acreditación ha acreditado al Doctorado en Estudios Americanos (DEA) por 3 años, el máximo número de años otorgado a un programa que no tiene todavía egresados.

“Esto es importante primero porque cualquier programa de doctorado tiene que estar acreditado por la CNA para poder operar. Además, el hecho de conseguir el máximo número de años posibles afirma que el programa se sustenta sobre bases sólidas conceptuales, curriculares, y de investigación”, sostiene su director David Rex.

El resultado de esta acreditación afirma Rex, valida que el programa sea un espacio para el desarrollo de investigaciones de alto nivel por parte de sus alumnos y potenciales estudiantes. Asimismo, destaca que la acreditación permite también que las y los estudiantes puedan postular a las becas nacionales de doctorado ANID.

El programa va dirigido a aquellas/os estudiantes y profesionales que quieran ampliar su conocimiento y realizar una investigación profunda e interdisciplinaria de las sociedades americanas desde las perspectivas de la literatura, la historia del arte, la filosofía y la historia y que tengan un interés particular en utilizar metodologías y modelos teóricos propios de los estudios fronterizos y de las circulaciones de saberes, ideas y elementos tangibles.

¿Qué llevó al Doctorado a este reconocimiento? A juicio del director del programa este se debe a diversos factores: se trata de un programa con una base conceptual coherente que, desde la interdisciplina, aborda los procesos históricos, culturales, políticos e intelectuales en el mundo hemisférico americano. Además, tiene unas líneas de investigación sólidas y relevantes actualmente como son los estudios de frontera y el estudio de las circulaciones de saberes, ideas y elementos tangibles. “No es menos relevante que el Doctorado en Estudios Americanos está sustentado por un capital humano único en su fortaleza investigadora interdisciplinar, además de la propia institucionalidad de la Universidad Adolfo Ibáñez, que recientemente fue acreditada por seis años con excelencia”, agrega Rex.

Sobre el aporte del DEA a la sociedad, su director afirma que tanto los temas relacionados con las fronteras como los que abordan las circulaciones de saberes, conocimiento y elementos materiales están presentes en nuestros días y son una realidad próxima como se atestigua a diario en los medios de comunicación.

“Somos testigos del resurgir de los nacionalismos, basados en la construcción de las identidades nacionales y el intento de eliminar aquello que “contamine” el carácter nacional, como puede ser la inmigración y la materialización de fronteras rígidas que previenen el flujo de personas y también de pensamientos. Estos fenómenos han sido y siguen siendo motivo de estudio desde todas las áreas que componen nuestro doctorado”, explica el historiador.

Por ejemplo, sostiene, los flujos migratorios, cuyo estudio forma parte importante del debate público y del DEA, son inherentes al devenir humano. Asociados a los debates sobre los flujos migratorios hay otros paralelos que se centran en la multiculturalidad y la transculturalidad, es decir, se trata de cuestiones que atañen a las visiones identitarias de las naciones y, por lo tanto, a los espacios de discusión en los ámbitos filosóficos, históricos y culturales y a nuestro doctorado. “De hecho, si algo caracteriza a nuestro programa de Doctorado en Estudios Americanos es precisamente la vigencia actual de los temas relacionados con los estudios de frontera y de circulaciones de saberes, ideas y elementos tangibles”, reflexiona.

El próximo año el DEA realizará dos procesos de admisión entre marzo-mayo 2022 y julio-septiembre 2022 para que a partir de 2023 el programa comience en marzo y no en agosto, como se ha sido hasta ahora.   Conoce los detalles, aquí.