La estrategia de internacionalización de la Escuela de Negocios UAI ha evolucionado por más de 30 años, hasta llegar a tener programas consolidados con una alta diversidad de nacionalidades en el aula.

Horacio Arredondo, vicedecano de Postgrados de la Escuela de Negocios, quien ha trabajado fuertemente en esta estrategia de internacionalización, explica que, en promedio, “no menos del 85% de los participantes de los programas de Postgrado Internacional son estudiantes de fuera de Chile. En los últimos años, nuestro Pregrado ha recibido más de 300 alumnos internacionales de más de 15 países y 30 universidades en los diferentes programas que realizamos. A lo anterior se suman más de 100 alumnos en modalidad virtual. Toda esta diversidad crea un vibrante entorno multicultural en nuestras aulas, fomentando la internacionalización de nuestras propuestas académicas”.

En el caso de los programas internacionales, el académico afirma que dos dimensiones han sido claves para desarrollar dicho portafolio: el foco geográfico y el momento de la carrera del participante. “Siendo una Escuela de Negocios global con impacto regional, tenemos la capacidad de traducir las tendencias globales a la realidad de Latinoamérica. Esto nos permite conectar a nuestros participantes con los desafíos que sus empresas y organizaciones enfrentan en las distintas geografías en las que operan”, detalla.

A lo anterior se añade un faculty eminentemente internacional, “con quince nacionalidades distintas y experiencia académica y profesional en diversos países del mundo. Asimismo, la Escuela fomenta y financia la internacionalización de sus docentes, a través de la participación en conferencias globales, residencias en otras universidades y la recepción de académicos visitantes”.  

La diversidad de participantes en la sala de clases, el componente internacional de su cuerpo docente y portafolio de programas permiten formar líderes empresariales con una mirada global: algo fundamental para el mundo de los negocios hoy en día.

“Los negocios son cada vez más globales y conectados, lo que vuelve clave desarrollar habilidades de liderazgo global. Desarrollar únicamente habilidades de gestión ya no es suficiente; los ejecutivos deben adquirir la capacidad de comprender y adaptarse a los requisitos culturales y regulatorios de diferentes países. Este tipo de habilidades permiten entender y construir ecosistemas que puedan adaptarse a distintas realidades”, sostiene Horacio Arredondo.

“En la realidad de Latinoamérica estas habilidades son aún más relevantes. Somos una región unida por un idioma, pero que cuenta una gran diversidad de culturas, realidades macroeconómicas y entornos regulatorios diversos. Poder navegar esa diversidad permite aprovechar todo el potencial que nos presenta la cercanía física y de idioma”, concluye.

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