Después de tres meses de avances, las expectativas de empresarios y altos ejecutivos volvieron a registrar un retroceso en abril. Así lo registra el IMCE, Indicador Mensual de Confianza Empresarial preparado por la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez junto con ICARE, y publicado mensualmente por diario El Mercurio.

La caída se relaciona con el brusco rebrote de contagios y las medidas para controlarlo, junto con la tensión política. Sin embargo, el índice aún se mantiene en zona optimista. En abril,  alcanzó un nivel de 51,42 puntos, registrando así una caída de 4,46 puntos en relación con el mes pasado, en una escala en que los valores sobre 50 reflejan un predominio de visiones optimistas, mientras que bajo 50, de las pesimistas.

Análisis de profesor Juan Pablo Medina

El profesor de la Escuela de Negocios UAI, Juan Pablo Medina, ahonda en estos resultados. “A fines de marzo se hizo evidente la segunda ola intensa de contagios de covid-19 en el país y las nuevas medidas de confinamiento que se establecieron, lo cual ha hecho retrasar la ansiada recuperación económica. Con todo, la disminución de la confianza empresarial no ha sido tan marcada a pesar de la severidad que han tenido las medidas restrictivas al desplazamiento y al funcionamiento de ciertas actividades económicas. Así, el moderado optimismo que mantiene el IMCE es coherente con perspectivas privadas, del Banco Central y del Gobierno que sugieren que el nivel de producción del 2021 logrará recuperar los niveles perdidos durante el año pasado.”

El académico agrega que las cifras sanitarias de las últimas semanas, el el avance del proceso de vacunación, los bonos de gobierno y retiros de las AFPs ayudan a sustentar un moderado optimismo sobre el desempeño económico para el 2021. “No obstante, la intensidad e incertidumbre que ha generado la crisis de covid-19 hace difícil interpretar si las perspectivas empresariales están mirando la economía mucho más allá del 2021 y si están ponderando otros factores más allá de la expectativa de un relajamiento de las medidas de control sanitario. Así, si en la segunda parte del año la crisis sanitaria está relativamente bajo mejor control en el país, nos encontraremos con que la confianza empresarial estará menos condicionada por el covid-19 y, probablemente, estará tomando más el pulso sobre los desafíos institucionales y políticos que enfrenta el país y sus potenciales consecuencias económicas y sociales.”

Revisa el IMCE completo AQUÍ.