“La literatura en el diván: escenas psicoanalíticas en las literaturas chilenas y argentinas”, es el título de la investigación presentada por la docente de la Facultad de Artes Liberales (FAL), Andrea Kottow, en el workshop “Escrituras del secreto”, enmarcado dentro del proyecto Fondecyt de la académica UAI y el de Lorena Amaro, Directora y Profesora del Instituto de Estética de la PUC, titulado “Carto (corpo) grafías: narradoras hispanoamericanas del siglo XXI”.
Los invitados al workshop fueron Patricio Fontana de la Universidad de Buenos Aires y Judith Podlubne de la Universidad Nacional de Rosario, “reconocidos y prestigiosos investigadores en sus áreas de estudio –la literatura argentina de los siglos XIX y XX-, que han hecho girar sus preguntas de investigación en torno a nociones como lo íntimo, lo secreto, lo (auto) biográfico”, sostiene Kottow.
¿Qué consecuencias tiene para un texto que en él algo secreto no llegue nunca a saberse? ¿Pueden conocerse todos los secretos? ¿Cuáles son los vínculos entre lo secreto, lo privado y lo íntimo? fueron las preguntas que el taller al que asistieron alumnos del Magíster de Literatura Comparada de la UAI, además de otros estudiantes y profesores de literatura, filosofía y estética, buscó responder.
“A partir de la lectura y discusión de una serie de textos tanto teóricos como literarios las preguntas se dirigían a pensar qué significa que algo quede en secreto; cuáles son las condiciones para que un secreto permanezca guardado y cuáles para su develamiento”, agrega la investigadora UAI, quien afirma que en una realidad inmersa en la tecnología y en donde hay una demanda por transparentar y exponer la vida personal, es interesante debatir sobre lo público, lo privado y lo íntimo.
Para la académica y Doctora en Historia de la Medicina, esta actividad no solo se constituyó desde un vínculo entre dos universidades (UAI y PUC), sino también trazó lazos con dos investigadores argentinos generando una apertura del Departamento de Literatura y de la FAL al campo universitario chileno y extranjero.
“El diálogo con otras instituciones académicas enriquece nuestro quehacer como profesores e investigadores, y aporta diversidad y heterogeneidad para nuestros estudiantes”, reflexiona Kottow y agrega que este tipo de actividades muestra hacia afuera los trabajos de investigación, “que muchas veces parecen ser solitarios y ensimismados”.