La Escuela de Gobierno organizó un conversatorio – presencial en el campus Viña del Mar y trasmitido también online- para analizar el proceso de elección de consejeros y consejeras del nuevo Proceso Constituyente 2023, votación de carácter obligatorio realizada el pasado 7 de mayo.
Pasadas las 18:00 horas y tras el término de las votaciones, el Servel dio a conocer los resultados de los 50 miembros electos que integrarán el Consejo Constitucional y les corresponderá la labor de elaborar una propuesta constitucional en un lapso de cinco meses.
Para analizar el resultado de esta elección, donde el bloque de la derecha logró cerca del 57% de los votos y las listas de izquierda y centro alcanzan más del 37%, se realizó un conversatorio donde participaron expertos UAI y asistieron estudiantes y profesores.
En dicha instancia, la decana de la Escuela de Gobierno, Diana Krüger junto a la directora de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo, Karen Trajtemberg, conversaron con el cientista político y académico UAI, Cristóbal Bellolio.
“En este proceso se mantiene la polarización, pero cambia el equilibrio de fuerzas que, esta vez, es hacia la derecha”, afirma Bellolio.
Tras ser consultado sobre cómo ve la desaparición del centro y la división del electorado hacia los extremos, el académico UAI explica que hay dos continuidades. Por un lado, desde el punto de vista de la polarización “seguimos en el mismo tono. Polarizado significa que te alejas del centro, que van vaciándose las posiciones del centro y van llenándose los polos”. Y, por otro lado, “se mantiene el voto anti establishment”, impulsado, probablemente, por la incertidumbre y temas de orden público, vinculados a la migración, narco funeral, inseguridad, portonazos y la crisis económica, entre otros factores. “La gente cambió de opinión porque la agenda cambió. La migración ya era un tema complejo previo al estallido, y luego se perdió”.
Para explicar este comportamiento electoral, Bellolio comenta que hay que hacer una diferenciación entre la movilización, que se manifiesta cuando el voto es voluntario, y la representación, en el caso de la obligatoriedad de este. “A la hora de interpretar lo que ocurrió hay que darle un factor muy relevante al voto obligatorio, pero no solo eso, sino que también un rechazo al gobierno de turno y al cambio en la agenda”, expresó.
Finalmente, destaca que es importante recordar lo que denominó como “la paradoja del republicano”, explicando que este partido político ha sido consecuente en decir que no necesitamos una nueva constitución. Sin embargo, ahora “sobre sus hombros recae la responsabilidad de llevar esto a buen puerto. La gente quiere saber cómo gobierna el republicano. Ahora tienen el sartén por el mango”.