La directora del Centro de Filantropía e Inversiones Sociales, CEFIS, de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, Magdalena Aninat, fue invitada a la Radio Infinita para hablar sobre el Proyecto de Ley régimen de donaciones con beneficios tributarios en apoyo a las entidades sin fines de lucro, que se tramita actualmente en el Congreso.
“El gobierno optó por una figura híbrida, porque crea un cuerpo nuevo dentro de una ley existente, la Ley de Rentas Municipales, pero abre un nuevo camino, una base general para muchos fines y esta es una muy buena noticia”, sostuvo en el programa “Más que números” el viernes 13 de julio, donde fue invitada a una conversación con Catalina Edwards y Patricio Eskenazi.
Allí la directora del CEFIS agregó que “la diferencia es que antes se regulaba solo para cultura o para donaciones sociales, ahora se suma medio ambiente con una definición amplia que incluye cambio climático, economía circular. También salud, que es un tema muy importante para los tiempos que estamos viviendo; derechos humanos, protección infantil y familiar, pueblos indígenas, migrantes, diversidad, discriminación racial, equidad de género, desarrollo comunitario y local y desarrollo urbano”.
Respecto de quiénes pueden donar, Aninat señaló que en la iniciativa es amplio el espectro y lo único que quedó fuera son las sucesiones hereditarias, el tema de la herencia. Así, se consideran primera categoría, empresas, empresas que tienen pérdidas tributarias, sociedades de inversión, las personas, global complementario, segunda categoría, el impuesto adicional y también los extranjeros. Incluso se regulan las donaciones internacionales, siguiendo la regulación que ya usaba el SII, para que no tengan que pagar un impuesto a la donación.
Y sobre las características de las organizaciones de la sociedad civil receptoras de las donaciones, la directora del CEFIS explicó que son fundaciones y corporaciones sin fines de lucro que tienen un foco de beneficio público, es decir, que sus servicios y actividades son para toda la población, abiertos, con un principio de universalidad y bienestar común.
“El proceso en general aquí es simple y avanza en una cosa respecto a las leyes que tenemos: es que la institución la que se acredita y no tiene que ir presentando proyecto a proyecto, como pasa, por ejemplo, en la Ley de Donaciones Culturales o la Ley de Donaciones Sociales, que generan un montón de burocracia y poca flexibilidad. Este es el mundo de la flexibilidad, de la innovación, del bienestar social y eso es lo que queremos promover. Y, en este sentido, es un buen avance esta ley”, concluyó.