En el Día Mundial sin Tabaco (31 de mayo), un conjunto de organizaciones de la sociedad civil, de la salud y expertos de diversos ámbitos convocados por Tabaconomía, proyecto liderado por el académico de la Escuela de Negocios UAI, Guillermo Paraje; el Foro Nacional del Cáncer; el Centro para la Prevención y el Control del Cáncer (CECAN) y la Mesa Ciudadana Tabaco o Salud, se reunieron en la actividad titulada “Unidos por la salud: Declaración Ciudadana para aumentar el impuesto al tabaco”.

En la oportunidad, realizaron una propuesta al Gobierno de aumentar el impuesto al tabaco en Chile y a gravar con un impuesto adicional la venta de cigarrillos electrónicos, a través de la firma de una declaración ciudadana que fue entregada posteriormente en La Moneda.

En la ocasión, expertos internacionales y locales compartieron evidencia sobre el impacto del tabaco en las personas, el entorno y la economía del país.

Guillermo Paraje, académico de la Escuela de Negocios UAI, señaló que “los impuestos al tabaco son la medida más costo-efectiva para reducir su consumo. En Chile, un aumento del 20% en el precio real de los cigarrillos reduciría la cantidad de fumadores en un 4%. Esto implicaría una disminución de casi 100 mil fumadores menos. También podría disminuir la cantidad de cigarrillos consumidos en un 8%. Este año se cumple una década desde la última modificación a los impuestos al tabaco en el país, por lo que hay una gran oportunidad para impulsar esta política pública que es reconocida por algunos estudios como la que más vidas ha salvado durante el siglo veinte”.

Por su parte, Carolina Goic, directora ejecutiva de CECAN, del Foro Nacional del Cáncer y académica UC, afirmó: “Lo importante de esta actividad es que distintos actores vinculados a la salud pública nos hemos unido para firmar esta declaración que insta a las autoridades a que aumenten los impuestos al tabaco, considerando que es la medida que mayor evidencia científica tiene para lograr reducir los índices de tabaquismo. Lo anterior es una tarea urgente, pues, como consecuencia del consumo de tabaco, mueren más de 2 personas por hora en nuestro país”.

A través de una videoconferencia, el director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Dr. Jarbas Barbosa, enfatizó: “Bajo el lema de este año ‘Protejamos a la niñez de la influencia de la industria tabacalera’, hacemos un llamado a todos los países miembros de la OPS a adoptar un enfoque integral del control del tabaco y la adicción a la nicotina contrarrestando las prácticas manipuladoras de la industria. Juntos podemos crear un mundo más saludable y libre de tabaco para las generaciones presentes y futuras”.

La iniciativa contó con el respaldo de más de 30 organizaciones y más de 550 firmas.

La declaración fue presentada junto a un proyecto de ley que entre otras acciones, propone:

• Eliminar el impuesto ad valorem a la cajetilla de cigarrillos, correspondiente al 30% sobre el precio de venta al consumidor, ya que produce una dispersión artificial de precios, incentivando a los consumidores a pasarse a marcas más baratas en lugar de reducir el consumo o dejar de consumir.
• Aumentar el impuesto específico por cada gramo de tabaco que contenga los cigarrillos incluidos en una cajetilla, pasando de 0,0010304240 unidades tributarias mensuales (UTM), a 0,00275 UTM por cada gramo de tabaco que contengan. De esta manera, considerando un valor de UTM actual de $65.443, se aumenta el impuesto por cada cigarrillo a $183,25. Así, una cajetilla de 20 cigarrillos tendrá un costo tributario de $3600 pesos. Esta cifra debe ser analizada considerando la eliminación del impuesto ad valorem indicado en el párrafo anterior.
• Imponer un impuesto específico para los dispositivos electrónicos, sus insumos, partes y piezas, de la misma entidad y características que el impuesto específico a los cigarrillos. Concretamente, proponemos un impuesto ad-valorem del 20% sobre los dispositivos y sus partes; un impuesto específico por cada mililitro de líquido de 0,00025 UTM y un impuesto específico adicional de 0,00062 UTM por cada miligramo de nicotina contenido en un mililitro de líquido.