Recién creada Federación de Colegios de Abogados de Chile es presidida por egresado UAI

16 de Noviembre 2022 Entrevistas Noticias

Hace solo dos meses, en Puerto Montt, se conformó la Federación de Colegios de Abogados de Chile F.G., que por primera vez en la historia tienen una multigremial, la que quedó presidida por Alejandro Gómez, abogado de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y actual presidente del Colegio de Abogados de Valparaíso, del Centro de Arbitraje y Mediación de la V Región y consejero en representación de los Colegios de Abogados de Chile en la Academia Judicial. Alejandro es egresado de la promoción 1997 de la Facultad de Derecho UAI de donde destaca la sólida formación jurídica recibida y la excelencia del cuerpo académico.

El resto de la directiva la componen: como vicepresidenta, Carolina Araya (Curicó); secretario, René Fuschlocher (Puerto Montt); tesorero, Dalton Campos (Chillán) y director, Patricio Pinto (Atacama). La organización tiene entre sus objetivos ser un aporte para el desarrollo técnico-jurídico del país, fortalecer la colegiatura y abordar los desafíos del quehacer de los abogados/as. La idea de crearla surgió hace unos cuatro años por parte de un grupo de presidentes de colegios de abogados para abordar temas de común interés.

“Se trata de un proyecto colectivo que recoge un anhelo de la mayoría -por no decir de todos- los colegios de abogados de Chile. Sus orígenes se remontan al año 2019 donde en conjunto, y por primera vez en la historia, presentamos una postulación para ocupar el cupo de los Colegios de Abogados en el Consejo Directivo de la Academia Judicial de Chile, logrando una arrolladora votación que me permitió asumir dicho ocupo. Desde ahí en adelante los presidentes/as de los Colegios de Abogados desde Arica a Punta Arenas empezamos a ver la necesidad de crear una entidad que uniera a los colegios de abogados de Chile y así tener una voz común, expresando las diferentes realidades que hay en nuestro país y que no se agotan en Santiago”, nos cuenta en esta entrevista Alejandro Gómez sobre cómo surgió la idea de organizar esta instancia.

-Y ¿cuáles son sus objetivos y los temas que abordarán?

Sus objetivos son, entre otros, fomentar el ejercicio profesional del abogado con un sello ético; velar por los intereses generales de los colegios de abogados; promover y fortalecer el control ético en el correcto ejercicio de la profesión por los colegios de abogados; representar a los colegios de abogados -cuando éstas lo requieran- ante autoridades administrativas y judiciales; integrar a los abogados/as egresados/as de las escuelas de derecho del país o del extranjero; plantear a las autoridades que corresponda iniciativas y proyectos de discusión legislativa o de carácter reglamentario que tengan por objeto mejorar el funcionamiento de la administración de justicia en nuestro país, por mencionar algunos.

Hoy los temas en que los que estamos abocados son las problemáticas de las audiencias telemáticas, el acceso a la justicia, el rol de los colegios de abogados, el control ético de la abogacía, el secreto profesional y las dificultades del ejercicio de la profesión en regiones.

-¿Cómo contribuyen este tipo de instancias al desarrollo de la profesión legal?

Creo que es muy importante para la abogacía en Chile. Primero para resaltar el rol que los abogados/as jugamos en la sociedad: no hay justicia sin abogados. La unión de todos los colegios de abogados del país permitirá apoyar mejor y con mayor fuerza la colegiatura y el control ético de los abogados, conducirá a evidenciar las distintas realidades de justicia y de la abogacía, y contribuirá a fortalecer el ejercicio de la profesión y la unión entre los abogados.

-¿Cómo ha sido la experiencia presidiendo el Colegio de Abogados de Valparaíso?

Ha sido muy enriquecedora y motivadora. Ser el presidente de colegio de abogados más antiguo de Chile es un gran honor, pero también una tremenda responsabilidad. Responder a los compromisos del cargo demanda una gran cantidad de energía y tiempo, pero gracias al trabajo y compromiso del honorable consejo, de la secretaria abogada y del personal de la orden, es posible lograr los objetivos. Además, sin el apoyo de cada uno de los abogados y abogadas que diariamente cumplen con su deber nada de esto sería posible.

-Sobre tu paso por la UAI, ¿qué es lo que más destacas de la formación académica y cómo ha contribuido a tu desarrollo profesional?

En los años que cursé mis estudios en la Facultad de Derecho tuvimos una sólida formación jurídica impartida por una selección de los mejores académicos de las universidades de la región y de Santiago. En lo personal, fue una oportunidad de ampliar mis conocimientos no sólo jurídicos, sino además culturales. Eso me permitió que al momento del ejercicio de la abogacía tuviera las herramientas jurídicas, sociales y culturales que me han permitido ejercer esta noble profesión. También rescato los aspectos valóricos y éticos de nuestra facultad. Todos los académicos plasmaban en sus cátedras este relevante sello. Todo esto me dio una visión holística de la profesión sin encasillarme a determinados modelos o estructuras, pudiéndome desempeñar tanto en lo público como en lo privado.

-¿Qué consejo le darías a los futuros abogados/as de la UAI?

Estudiar, ya que cada vez que dejamos de hacerlo somo menos abogados. Entender que nuestra profesión está al servicio de la sociedad y no para vanagloriarnos. Aprender a trabajar en equipo con otros tipos de profesionales. Cultivar la honestidad consigo mismo y con los demás. Sean idealistas, y esfuércense por cumplir sus metas.

 

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