Artículo 11. Autor: Manuel Delano, profesora de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo UAI.

Tres mil personas la esperaron en el aeropuerto y otras en el trayecto a la ciudad. Al regreso de su exilio, 12 días antes del 5 de octubre, apoyó la campaña del No.

Una de las tareas importantes que cumplió José Miguel Insulza en la campaña opositora en 1988 fue apoyar el regreso al país de la viuda del presidente Salvador Allende, Hortensia Bussi, que estaba en el exilio en México desde el entierro clandestino de su marido el 12 de septiembre de 1973 por parte de las fuerzas armadas, en una tumba que no llevó su nombre en el cementerio de Santa Inés, en Viña del Mar.

Ella retornó a Chile el sábado 24 de septiembre de 1988, 12 días antes del plebiscito. Para la oposición era clave que Bussi se sumara con claridad al voto No y diera así una señal que contribuyera a garantizar la participación de la izquierda y en especial de los allendistas en el plebiscito. Tres mil personas la esperaron en el aeropuerto de Santiago y otras estaban más en el camino a la ciudad, con pancartas del No y banderas de los partidos de izquierda. Gritaban: “¡Se siente, se siente, Allende está presente!”. Un letrero decía: “Bienvenida, primera dama”.

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