Jorge Edwards lanzó su nueva novela en la UAI

18 de Marzo 2016 Noticias

Ante una repleta Sala Entel de la Sede Presidente Errázuriz de la UAI, Jorge Edwards lanzó ayer su nuevo libro titulado “La última hermana”, publicado por la editorial española Acantilado. A los 84 años, con el Premio Nacional de Literatura y el Cervantes a cuestas, Edwards vuelve con la historia real de María Edwards, una pariente lejana, que viviendo en un París tomado por los alemanes, se dedica a salvar las vidas de niños judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

Al evento asistieron diversas personalidades del mundo intelectual y artísitico chileno. También estuvieron presentes Sandra Ollo, directora de Acantilado Ediciones, quien viajó desde España para el lanzamiento, el novelista y poeta Arturo Fontaine y el decano de la Facultad de Artes Liberales de la UAI, Francisco José Covarrubias.

Tras las palabras de bienvenida de Covarrubias, quien destacó la nutrida trayectoria literaria de Edwards, Sandra Ollo, contó lo importante que es para la editorial la publicación de esta obra: “Mucha gente pensaba que habíamos editado el libro porque la historia de María transcurre en Europa, pero no; ésta es una grandísima novela y una historia muy chilena”. Además hizo la distinción entre ser un buen narrador, alguien con la capacidad de contar buenas historias y ser un buen novelista: “Pocas veces pasa que se conjugan ambas cosas y que un gran narrador sea también un gran novelista y ése es Jorge Edwards”.

Luego fue el turno de Arturo Fontaine, quien se dedicó al análisis de la obra, destacando que el autor logró algo prácticamente imposible de lograr hoy en día: mostrar a una heroína que arriesgaba su vida en la Francia ocupada por los Nazis para salvar niños judíos; “Había que convencer al lector de que esta mujer chilena, que amaba la vida social parisina, a sus perros cocker y sus tapices persas, se arriesgó para hacer algo simplemente generoso”. Concluyó: “Este narrador es muy de Edwards. Acá está su huella digital”.

Las palabras finales fueron del autor, que se mostró agradecido de los comentarios de Ollo, admitiendo que Acantilado es la editorial en la que decidió terminar su vida literaria. Frente a la impresión que causa que siga produciendo material a los 84 años, contó: “Esta semana estuve en Puerto Rico y un periodista me preguntó que por qué todavía seguía escribiendo y ese adverbio es un insulto. Mi respuesta fue que escribo porque se me da la gana”.

También ahondó en los motivos que lo llevaron a escribir esta novela tan personal, contando que durante sus años de embajador en Francia en los años 60′, varias personas le preguntaron si era pariente o conocía a una tal María Edwards. Frente a eso decidió investigar. Lo que encontró fue la fascinante historia de esta mujer: chilena, con mucho sentido del humor, fumadora y bebedora de gin con gin. Hace algunos años logró reunirse en su casa de París -durante su segundo período como embajador en la capital francesa- con algunos de los niños salvados por María durante la guerra; “Son niños que hoy tienen 72 años, que ella había salvado en 1942. María había escondido a uno de ellos en su propia casa, donde ella notó que le gustaba mucho la música clásica. Decidió entregarlo en adopción a una adinerada familia parisina, quienes para protegerlo, lo bautizaron católico. Ese niño luego estudió música y llegó a ser primer violinista de la sinfónica”. Ese mismo hombre le hizo entrega de papeles y cartas donde se hablaba mucho de María Edwards; “Ella tuvo una conversión a una generosidad espontánea de amor a esos niños, a un deseo de querer salvarlos y una extraña fascinación con el peligro. Incluso en algún momento fue detenida y torturada por la Gestapo”.

El libro está disponible en librerías a lo largo del país. 

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Revisa el album completo AQUÍ.

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