Economía Colaborativa: Académica australiana expuso en la UAI

28 de Marzo 2017 Noticias

Compartir un recurso que no se está utilizando para generar dinero. La economía colaborativa ha modificado las formas de consumo de ciertos productos y servicios y está experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. Esto ha causado una disrupción en los mercados alrededor del mundo, especialmente en las áreas de transporte y alojamiento, siendo – quizás- Uber y Airbnb sus máximos exponentes. Pero ¿cómo va cambiando en el tiempo el compromiso de los actores que participan de ella?

Justamente la destacada investigadora australiana Judy Drennan –profesora de marketing de la Escuela de Publicidad, Marketing y Relaciones Públicas de Queensland University of Technology, Australia- expuso parte de su investigación Actor engagement in the sharing economy: a life-cycle perspective en la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, invitada por el Núcleo Mileno de Estrategia de Emprendimiento Bajo Incertidumbre. (En la foto Judy Drennan, al centro, aparece junto a Constanza Bianchi, co-directora PhD in Management y Santiago Mingo, co-director PhD in Management y director del Núcleo Milenio). 

La investigación

Drennan contó que decidió utilizar Airbnb – la plataforma fundada el 2008 que permite publicar, descubrir y reservar viviendas privadas alrededor del mundo, y que se auto regula mediante el feedback de sus usuarios- como caso de estudio, con el objetivo de “entregar una idea inicial de cómo el compromiso de estos actores evoluciona, se impacta y produce cambios en la regulación que rodea las experiencias de economía colaborativa”.

Metodología

Como metodología para su estudio, la profesora Drennan utilizó la herramienta de redes sociales llamada Radian6, que reúne comentarios y data de más de veintiuna fuentes diferentes, como Twitter, Facebook, Blogs y Youtube. Se recolectó información en 5 periodos de tiempo durante 7 años donde dividió los post según el país de origen, el idioma, el autor, sentimiento, palabras clave y red social, entre otros.

Para cada período de tiempo, seleccionó las 10 palabras más utilizadas con las que las personas asociaban a Airbnb, obteniendo resultados sumamente interesantes.

Revelaciones del estudio

Los resultados del estudio de Judy Drennan muestran que la economía colaborativa tiene un ciclo de vida. De la confianza y el compartir se pasa a las regulaciones estatales y a los negocios, lo que finalmente la acerca a lo que es el mercado tradicional.

Por ejemplo, para el 2016, la gente demanda autenticidad, pues hay casos donde –al convertirse en un negocio- lo que ofrecen las personas son piezas acomodadas especialmente para ser utilizadas como un servicio de arriendo. Así, se pierde uno de los grandes valores agregados de Airbnb donde “no sólo gana dinero el que arrienda, sino que además, la persona que arrendó gana la experiencia de conocer e interactuar con personas que de otra forma no hubiera conocido,” señala Drennan.

En esa línea, la investigadora australiana cerró su exposición invitando a los presentes a reflexionar sobre cuál es el camino que están tomando este tipo de economías colaborativas, considerando que los cambios y procesos los estamos viviendo hoy.

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