Tener mayores herramientas técnicas en el área de la gestión de negocios y en el área financiera motivaron a Maximiliano Abadie, quien trabaja en el área comercial de Ultratank, a formarse para plantear en sus labores ideas con mayor propiedad. Esto, porque su formación hasta ese momento estaba más ligada a las ciencias sociales y los conocimientos provenían de su extensa experiencia en la empresa.
Si bien no se había planteado volver a estudiar, fue a través de una conversación con un gerente que decidió comenzar a buscar alternativas para profundizar lo que ya conocía en la práctica. “Soy uno de esos que siempre dice no más, pero me gusta estar siempre actualizándome, aprendiendo cosas nuevas. La verdad es que mi interés surgió de la necesidad de hablar un poco más el lenguaje financiero. Había tomado unos cursos, pero pensé que era mejor realizar un diplomado y conversando con colegas de la empresa, todos me hablaban muy bien de la UAI y su Escuela de Negocios”, explica el profesional.
Pero su inquietud por las herramientas en gestión de negocios no se quedó ahí, ya que Maximiliano amplió sus conocimientos continuando con el Magíster en Gestión de Negocios, aun cuando pasaron un par de años entre un programa y otro. “Primero hice el diplomado en 2016 y me pareció interesante la propuesta de la Adolfo Ibáñez, porque tenía la posibilidad de seguir estudiando un poquito más y convertirlo en un magíster; pero la idea inicial era hacer el diplomado nada más. Hacer el magíster me seducía, pero no lo tenía en mente a la primera. Hice el diplomado, me fue súper bien, quedé muy conforme, contento, y digamos me quedó por ahí el bichito dando vueltas. Pasaron como tres años para que me decidiera a terminar. Dije ‘vamos a hacerlo’, como dicen acá, ‘vamos a aperrar’, y me decidí a retomar los estudios tres años después de haberlos dejado”.
Maximiliano confiesa que retomar los estudios al inicio fue un poco complicado, ya que la mayoría de sus compañeros y compañeras habían pasado directo del diplomado, mientras que para él habían pasado un par de años de receso de estudios. Sin embargo, se unió a otros compañeros que estaban en una situación similar, planteando que logró ser parte de un gran equipo. “Muchos alumnos que se deciden a hacer el magíster parten directamente con esa idea, entonces siguen de un año a otro con sus grupos, con su proyectos, con sus compañeros y yo iba a ser algo así como el colgado. Pero se dio la coincidencia que había otros en mi misma situación. De hecho, sorprendentemente, me encontré con un compañero que había hecho el diplomado conmigo; me encontré con compañeros que también se habían saltado un año y no encajaban en ninguno de los otros equipos. Y de ahí surgió, finalmente, nuestro gran equipo”.
El profesional destaca que lo que lo convenció de volver a estudiar tuvo mucho que ver con el programa del magíster: “Me parecía y me sigue pareciendo que el enfoque de la Universidad, hacia los emprendedores, hacia el desarrollo de negocios, es buenísimo. Me gusta mucho ese estímulo de mentalidad start-up, que busquemos una necesidad, desarrollemos un negocio y eso es muy fuerte en Escuela de Negocios, de la cual tenía muy buenas referencias, aunque soy extranjero”, cuenta.
A juicio de Maximiliano, su paso por el diplomado y el magíster tuvo un impacto muy positivo en lo laboral y lo personal. “Creo que mi contribución en varias áreas mejoró mucho producto de estos nuevos conocimientos y mi participación en las conversaciones también pasó a ser de un grado diferente, donde antes en algunas reuniones me quedaba más en un rol de observador ahora ya podía opinar con fundamentos, hacer sugerencias, buscar formas de mejora. El magíster me agregó nuevas herramientas respecto de modelos de negocios, para evaluar de qué manera estamos haciendo las cosas”.
El profesional no descarta volver a estudiar, de hecho, manifiesta haber mirado ya otros programas de la universidad. Confiesa, además, ser bueno estudiando y prueba de ello es que se tituló con la calificación más alta de su promoción. “Lo cierto es que se me da fácil estudiar, por lo que he logrado rendir académicamente sin descuidar mis funciones”, concluye.