Los primeros dolores – localizados en la espalda – comenzaron cuando tenía 17 años. Nicolás Reitz, ex alumno de Ingeniería Comercial de la UAI, pasó gran parte de su vida universitaria batallando contra una enfermedad que no sabía que tenía. “En esa época, nunca supe que tenía fibromialgia. Los efectos secundarios de la enfermedad (problemas de memoria, sueño no reparador, acidez, rigidez generalizada del cuerpo, problemas de vista, etc) me pasaron varias veces la cuenta” recuerda ahora el Gerente General de Inversiones Mudau.

Terminar la carrera fue difícil, porque los efectos secundarios de la enfermedad afectaron su rendimiento y calidad de vida. “Sobre todo porque no sabía que tenía y no lo estaba tratando, con suerte me hacía masajes”, cuenta Nicolás, quien incluso se tuvo que retirar de su primer trabajo (en Entel) a causa de los dolores que sentía.

Recién un año después de egresar, el 2012, el doctor Norberto Bilbeny, médico cirujano de la Universidad de Chile y especialista en medicina del dolor, logró diagnosticarlo. “Quienes padecen de fibromialgia sienten un dolor en los músculos y en los tejidos que conectan con los huesos, ligamentos y tendones. Esta enfermedad se caracteriza por un dolor constante musculoesquelético”, señala el especialista.

No es común que un hombre joven padezca esta dolencia. “Soy un caso bien especial, pero ya he conocido a personas (hombres) que tienen una historia similar a la mía. Es una enfermedad más común en las mujeres (90% de los casos)”, cuenta Nicolás, quien ha aprendido de esta experiencia. “De lo malo se pueden sacar cosas buenas. Esta enfermedad ha condicionado mi vida y me ha hecho pasar duros momentos, pero he sabido levantarme y he sido capaz de contar mi historia. Mi intención es que disminuya la incomprensión que sufrimos y la gente le tome el peso a lo que significa vivir con esto”.

Una experiencia de vida que Nicolás recopiló en su libro “¡¿Fibro…qué?! Fibromialgia, una enfermedad dolorosa”, que será presentado el próximo 13 de marzo en la sede UAI en Peñalolén. “Escribí información muy valiosa mientras iba sintiendo los dolores y fui descifrando la enfermedad. Aprendí a llevar mejor la fibromialgia, y espero algún día sanarme. Me gustaría decirle a quienes la padecen que no están solos, y aunque sé que es terrible tener esto, se puede mejorar la calidad de vida”, señala el recién incorporado profesor de la Escuela de Negocios.  A partir de este 2017, Nicolás Reitz dictará clases del Taller de Emprendimiento y el Taller de Introducción a los Negocios en la sede Viña del Mar.

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