Proporcionar recomendaciones de política pública para que el uso de las tecnologías de la información en el sistema judicial permita ampliar el acceso a la justicia civil en Chile, es el objetivo de proyecto “The Impact of Information and Communication Technologies on Access to Civil Justice in Chile: Learning from the Covid-19 Pandemic” de la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) que se adjudicó fondos de la Fundación Tinker, entidad estadounidense que otorga financiamiento a proyectos en América Latina. La iniciativa, liderada por el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) Ricardo Lillo, tendrá una duración de 30 meses y en su ejecución utilizará evidencia comparada a partir de muchos de los cambios que se implementaron producto de la pandemia.

“El foco del proyecto está en evaluar este acceso de manera que respete el derecho al debido proceso de los usuarios finales del sistema de justicia civil y especialmente de los grupos vulnerables de la población y la relación con el potencial de la tecnología, teniendo en cuenta también los riesgos que deben considerarse para una protección eficaz de estos derechos. Estas recomendaciones estarán destinadas a apoyar el movimiento de reforma de la justicia civil, proporcionando directrices para diversos actores relevantes en materia de reforma judicial, generando alianzas con el Ministerio de Justicia, el Poder Judicial, el Parlamento, entre otros”, explicó el profesor Lillo.

Cabe recordar que debido a la situación sanitaria provocada por el covid y los periodos de confinamiento, la gestión y el servicio judicial se enfrentaron a una serie de desafíos que implicaron la aceleración del uso de las tecnologías en medio de la pandemia. A su vez, esta realidad dejó a la vista desafíos de más larga data en Chile como la urgente necesidad de ampliar el acceso y acortar la brecha entre necesidades legales y la provisión del servicio judicial. Con ello también se retomó el debate sobre la importancia del cruce entre tecnología y justicia el rol herramientas tecnológicas como la inteligencia artificial en la administración de justicia y bajo qué estándares estas pueden ser utilizadas.

“A mediano plazo se espera que este proyecto también nos permita trabajar desde un enfoque multidisciplinario en el desarrollo de herramientas que nos ayuden a lograr los objetivos planteados, integrando diversas disciplinas relacionadas al diseño legal y tecnológico”, comentó el académico de la Facultad de Derecho.

En cuanto a las etapas del proyecto, durante el primer año de su ejecución se la elaborarán  una serie de estudios enfocados en estándares internacionales en materia de e-justicia, esto es la utilización de herramientas tecnológicas en el sistema de justicia. “Para ello -indicó el profesor Lillo- se recopilarán experiencias internacionales valiosas, desde el punto de vista de la utilización de tecnología, para ampliar el acceso a la justicia y en el uso y diseño de herramientas centradas en el usuario final. Durante el segundo año, nos enfocaremos en la justicia civil chilena para entender qué herramientas tecnológicas han sido implementadas y qué impacto han tenido desde el punto de vista del derecho de acceso a la justicia. Finalmente, tenemos consideradas diversas actividades de difusión y generación de redes con instituciones nacionales e internacionales, tanto para generar mayor impacto con nuestros hallazgos como para fortalecer un trabajo conjunto en estas materias”.

Respecto a los resultados esperados, Ricardo Lillo agregó que junto al equipo del proyecto, que incluirá a distintas facultades de la UAI y al Centro de Investigación en Derecho y Sociedad (CIDS), elaborarán recomendaciones de política pública en formato de informes con los resultados del proyecto “que esperamos sean de utilidad en la toma de decisiones sobre la implementación de tecnologías de la información y las comunicaciones en el ámbito del sistema de justicia. A nivel interno, el proyecto busca fortalecer nuestras capacidades con miras a la implementación de un Legal Design Lab, siguiendo el modelo de otras universidades extranjeras, que servirá como un espacio para el estudio y creación de propuestas de herramientas tecnológicas para ampliar el acceso a la justicia civil de la población”.

La Fundación Tinker tiene como objetivo promover el desarrollo de una sociedad equitativa, sostenible y productiva en América Latina, apoyando a organizaciones de la sociedad civil, entre ellas entidades sin fines de lucro, institutos de investigación y universidades, para hacer frente a los principales desafíos de la región. Las organizaciones que reciben financiamiento usan los recursos de la Fundación para probar conceptos prometedores, extender el impacto de los modelos comprobados y reunir a las partes interesadas para resolver problemas de maneras novedosas.