El plebiscito en Chillán: El Sí y el No arriba de una micro

2 de Octubre 2018 Investigación Noticias

Artículo 6.
Autor: Carlos Franco, profesor de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo UAI.

La capital de la nueva región de Ñuble tenía unos 134 mil habitantes en 1988. Siendo en ese entonces parte de la región del Biobío, la historia de cómo se vivió el plebiscito en esa ciudad perdió protagonismo opacada por Concepción, un enclave de la oposición a Pinochet. En silencio, corriendo riesgos y con pocos recursos, el comando del No sacó adelante una tarea titánica en Chillán; primero, convenciendo a gente de localidades de la importancia de inscribirse; y después, defendiendo votos. Aquí revisamos parte de esa historia.

“El día de la votación, una micro de Chillán Viejo iba tan repleta de gente que, al llegar al centro, el chofer se vio obligado a abrir las puertas para que bajaran los pasajeros. No quiero problemas. Ordenaditos todos. Los del Sí se bajan por delante, y los del No, por atrás”, cuenta al teléfono Rodrigo Duque Oyarce, profesor de Historia y Geografía cuya tesis de grado publicada en 2010 es uno de los pocos testimonios de cómo se vivió el plebiscito en la ciudad de Chillán. “Revisando archivos de prensa encontré artículos que hablaban de largas filas de gente esperando su turno para poder votar. Filas de hasta siete cuadras en algunos casos. Había tal entusiasmo y ansiedad que la gente se confundía. Después de un largo rato, avanzando en la cola a paso lento, al llegar a la puerta se percataban de que no ese no era su local”, agrega. Muchas de esas personas provenían de Chillán Viejo, quienes tuvieron que trasladarse por obligación. “Hubiera sido necesario habilitar por lo menos una mesa mixta para damas y varones en el pueblo viejo”, señala un artículo del diario La Discusión del 6 de octubre de 1988.

El fervor era resultado de una campaña que los opositores a Pinochet habían iniciado varios meses antes. El entonces presidente del comando No, Carlos Castilla, relató a Duque las dificultades que enfrentaron desde que se supo que el plebiscito iba: “la gran mayoría de la gente que era partidaria de Pinochet, se procede a inscribir inmediatamente, una vez que se toma la decisión política del plebiscito. Por eso, las primeras mesas en todo el país siempre han sido favorables a la derecha. Nosotros le explicábamos a la gente qué sacamos con estar llamando a votar NO, si hay un requisito previo, que es el que lo va a habilitar para que usted vote, que es la Inscripción Electoral, y vencer el miedo a inscribirse”. Meses después Castilla tuvo que superar sus propios miedos. El 20 de septiembre de 1988, dos semanas antes del plebiscito, desconocidos atacaron con explosivos su casa, incendiando gran parte del inmueble.

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