Según datos entregados por el Barómetro de Filantropía publicado por el CEFIS, el número de fundaciones interesadas en medir el impacto de los programas que implementan y a financiar herramientas para ello, va en aumento.
Frente a este escenario y dado el aumento de las inversiones privadas a bienes públicos que el país viene experimentando durante los últimos años, es que el Centro de Filantropía e Inversiones Sociales (CEFIS) de la Escuela de Gobierno, junto a la Asociación de Empresas Familiares (AEF), organizaron un conversatorio para analizar cómo las fundaciones familiares están abordando este desafío. El evento realizado el 22 de abril y titulado “Aterrizando el desafío de medir impacto: métodos y uso de las evaluaciones en las fundaciones familiares”, contó con la participación de George Anastassiou, presidente de AEF y del directorio de Fundación Mustakis, Magdalena Aninat, directora del CEFIS, Pamela Frenk, académica del curso “De la intuición a la evidencia” impartido por el CEFIS y consultora experta en evaluación de programas para la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda, Isabella Luksic, coordinadora de evaluación y medición de Fundación Luksic, Jorge Matte, presidente de Fundación MC y Patricio Mayr, director de administración y finanzas de Fundación Mustakis.
Tras palabras de bienvenida de Anastassiou, quien destacó la alianza CEFIS-AEF como un ejemplo de trabajo colaborativo entre el mundo empresarial y académico, Aninat comentó acerca de la relevancia de contar con evidencia cuando se está invirtiendo tiempo, recursos humanos y financieros para impulsar programas sociales.
Para explicar los distintos enfoques y prácticas de evaluación de resultados, el panel contó con la participación de Pamela Frenk, quien explicó que existen varios mecanismos de evaluación de programas y que ante recursos limitados, es necesario adoptar uno, en base a las necesidades de las organizaciones, al objetivo final de la evaluación y a la etapa en que se encuentre un determinado proyecto, concluyendo que “siempre hay algo que se puede hacer con la información y presupuesto disponible. Es cosa de adoptar una mirada pragmática y desarrollar una metodología para integrar la evidencia y lograr tomar mejores decisiones”.
Isabella Luksic coordina el área de evaluación y medición de la fundación de su familia, creada recientemente tras una reestructuración de la organización que el año pasado cumplió 20 años de existencia. Tras el cambio, este equipo técnico se transformó en un pilar central de la fundación, que trabaja orientándose a resultados, acompañando y asesorando en cada etapa de desarrollo a los programas que impulsan, actuando en base a la evidencia y a la aplicación de metodologías de evaluación, ya que en palabras de Luksic, “queremos ser una fundación que asegure la calidad de todos los programas e iniciativas en las que participa”. Luksic se refirió al programa de emprendimiento Impulso Chileno, que está en su tercer año de desarrollo y que apunta a ayudar a emprendedores de segmentos vulnerables. Tras la incorporación de la nueva área a la organización, el programa fue redefinido para poder apoyar de mejor forma a los participantes. De este modo, Luksic comentó que tras tres ciclos, el programa alcanzó el programa ha ido aumentado su madurez y que gracias a eso hoy es posible evaluar la factibilidad de realizar un proceso de evaluación de impacto del mismo.
Por otro lado, Jorge Matte, en representación de Fundación MC, entidad donante fundada por los hermanos Matte Capdevila durante 2020 para estructurar, profesionalizar y mejorar las distintas donaciones de la familia, contó que la organización tiene cinco focos principales: educación, salud, trabajo y seguridad social, redes y cohesión social y vivienda y entorno, agregando además que trabajan basados en tres pilares: impacto, a través de metodologías rigurosas para obtener un impacto sostenible en el tiempo; una operación eficaz y por último el trabajo en conjunto con articuladores del ecosistema filantrópico. Destacó la iniciativa Fondo Convoca Chile, lanzado el año pasado a raíz de la pandemia del Coronavirus, el cual se lleva a cabo a través del apoyo a iniciativas y proyectos que fomenten el microemprendimiento y el empleo a personas en contextos de vulnerabilidad. La Fundación provee a los proyectos de un plan de acompañamiento y monitoreo, que incluye 14 módulos de capacitación, talleres con expertos y formación en temas legales, financieros, de marketing digital, entre otros, además de seguimiento y evaluación de resultados y en algunos casos, de impacto, concluyendo que “desde el origen nos planteamos la necesidad de hacer una fundación basada en la evaluación de resultados. Haber partido con ese objetivo nos ha ayudado a estructurar toda la organización en esa línea”.
Finalmente Patricio Mayr, compartió la experiencia de Mustakis, fundación familiar que ya cuenta con 24 años de existencia, y que opera a través de cinco programas propios, apoyando además a terceros. Mayr comentó que las primeras evaluaciones económicas realizadas por la organización comenzaron hace una década, realizando mediciones a los programas que desarrollaban a través de externos, las que gradualmente fueron perfeccionándose a través del tiempo. Asimismo, contó que tras la llegada de la pandemia al país, se decidió reorganizar la Fundación, redefiniendo el propósito organizacional a partir de una nueva teoría de cambio, con un área de evaluaciones más estructurada, incorporando a partir de este año, nuevos elementos de evaluación en base a procesos, resultados e impacto “para compartir herramientas con nuestros aportes a terceros”.
Al concluir el encuentro, la directora del CEFIS recalcó la importancia de potenciar una filantropía efectiva y de contar con evidencia para la toma de decisiones, destacando que “hemos visto tres fundaciones familiares que han incorporado la evidencia, evaluación y medición en sus programas, desde distintos aspectos, formas y enfoques, porque no hay una sola forma de hacerlo”.
*El evento fue además destacado en El Mercurio.