Christofer Vásquez, quien acaba de terminar el Magíster en Ciencias de la Ingeniería en Tecnologías de la Información (MCI-TI), nos cuenta por qué decidió entrar al magíster y cómo terminó siendo su experiencia.

Christofer tomó la decisión de ingresar al Magíster en Ciencias de la Ingeniería cuando estaba en cuarto año de Ingeniería Civil Industrial, con el fin de redireccionar su carrera: “Honestamente fue porque me di cuenta que no me gustaba tanto el enfoque de mi carrera y me empezó a llamar más la atención el área de informática, pero cambiarme en cuarto no era opción”.

De esta forma, eligió especializarse en el MCI-TI ya que, al conversar con algunos profesores, se dio cuenta de que, entre los magísteres enfocados en informática, la mención de Tecnologías de la Información era la que más conectaba con sus gustos.

“Mi experiencia fue buena, pero también fue difícil”, explica Christofer. Al principio sentía que los ramos eran fáciles, ya que tenían un fuerte enfoque práctico, lo que hizo que “fuera mucho más entretenido”. Lo difícil fue la elaboración y preparación de la tesis: “No es porque se elijan temas complicados o porque se necesite que sea novedoso o ingenioso, sino más bien porque se requiere una gran capacidad de auto manejo”, comenta.

A pesar de esto, Christofer destaca la cantidad de actividades en las que participó mientras estudiaba, ya que pudo asistir a diferentes encuentros, conferencias y workshops que fueron un aporte fundamental en su desarrollo profesional. “Estas reuniones y actividades son de gran importancia, ya que logran conectarnos con muchas personas que se encuentran en los distintos rubros a los cuales uno podría querer ingresar”, puntualiza.

Finalmente, el profesional asegura que el mejor consejo que puede darle a alguien es que, antes de entrar a un magíster realice un Taller de Investigación Dirigida (TID). “Afortunadamente nuestra universidad cuenta con la posibilidad de realizar uno antes de ingresar al magíster y esta experiencia es muy valiosa, porque nos da un pequeño acercamiento de cómo es trabajar dentro del magíster”, comenta Christofer. De hecho, explica que haber realizado un TID le enseñó a “cómo afrontar de manera correcta el magíster”.

También añade que “si van a cursar un magíster, háganlo porque los emociona”, puesto que “se necesitan muchas ganas, entusiasmo y determinación”, finaliza el profesional.

Ahora, Christofer espera poder continuar sus estudios y de hecho, si todo sale bien, el profesional se iría a estudiar un doctorado en Alemania con el objetivo de especializarse y seguir profundizando sus conocimientos.