Permitir a públicos variados poder disfrutar la ciencia y el conocimiento, fue el objetivo de la versión 13 del Congreso Futuro de este año titulado ¿IAHORA QUÉ HACEMOS?, que se llevó a cabo del 15 al 20 de enero, en la región Metropolitana y en todas las regiones de Chile, de Arica a Magallanes.
El evento, considerado el más importante de divulgación científica a nivel nacional, contó con la participación de dos de nuestros destacados docentes, Juan Cristóbal Hernández y Sebastián Contreras, expertos en psicología clínica y neurociencia respectivamente. Ambos, junto a otros representantes de Escuelas y Facultades de la UAI, fueron parte los 100 expertos que reflexionaron en torno a grandes temáticas como las oportunidades de la IA en la vida humana, la alimentación para el futuro, modificación genética en animales para uso en humanos, entre otras.
La participación profesor Hernández se enfocó principalmente en dar a conocer cuáles son las condiciones que hacen que el uso de tecnologías e IA sean o no beneficiosas para la salud mental. “Básicamente mi aporte consistió en poder transferir el conocimiento científico actualizado a la comunidad para que se empoderen del uso de tecnologías”, expresó a raíz de su presentación. “Fue una muy buena experiencia, me encantó trabajar con un público en general tan diverso, desde estudiantes secundarios, universitarios y profesores/as o gente interesada en tecnología y salud mental. Asimismo, me gustó mucho la conversación que se generó y también el interés que mostraron los asistentes en mi presentación”, concluyó.
Respecto a la participación del académico Sebastián Contreras, esta consistió en un panel realizado en el Congreso Nacional de Valparaíso, correspondiente a Neurociencias e IA, donde presentó el destacado neurocientífico Stanislas Dehaene y se tocaron temas referentes al cerebro, la conciencia, las emociones y el aprendizaje. Uno de los temas abordados fue cómo el procesamiento cerebral puede ser develado por métodos propios de la IA y cómo la actividad cerebral puede ser decodificada por medio de IA para así poder entender qué posibles contenidos el cerebro se encuentra procesando en determinado momento. “Esto, en principio, podría tener aplicaciones en nuevas maneras que faciliten el aprendizaje, identificando los mejores métodos en que el cerebro procesa la información”, dijo. Durante el panel se dio espacio a una discusión sobre futuro de la interacción entre cerebro e IA y los alcances de esta interacción en el plano científico y público. “Dentro de los principales desafíos de la neurociencia, en el ámbito del aprendizaje, está el descifrar cómo el cerebro procesa de mejor manera información general, cómo procesa de mejor manera información particular y cómo los distintos cerebros varían entre sí. Por ejemplo, es distinto aprender matemáticas, que aprender algún instrumento musical; identificar cómo el cerebro asimila de mejor manera cada uno de estos contextos educativos es primordial para dar con buenos métodos de aprendizaje”, comentó Contreras.
A su vez, nuestro docente viñamarino e investigador del Laboratorio de Neurociencias inaugurado este año en el campus UAI de la quinta región, planteó discusiones cruciales para el quehacer investigativo del futuro. Formuló preguntas y reflexiones referidas a si la IA podría, en algún punto, llegar a tener conciencia, entregando una distinción que, en cuanto a operaciones y algoritmos conductuales/cognitivos, la IA podría, en principio, parecer y simular procesos conscientes. Sin embargo, en cuanto a la experiencia cualitativa de sentir, por ejemplo, emociones y sentimientos, tales como la empatía, existe más escepticismo. En segundo lugar, y derivado de lo primero, conversó sobre hasta qué punto la IA podría ayudarnos a entender los procesos cerebrales complejos, dando cuenta que, si bien la IA ha sido útil para decodificar señales cerebrales sensoriales, aún se encuentra lejana a decodificar procesos complejos, como la toma de decisiones y las interacciones sociales.