Derechos y cuidados: ¿quiénes cuidan hoy a los chilenos?

Cerca de un tercio de la población chilena serán adultos mayores en 2050 según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) presentados en 2022. Esto implicará que las relaciones de dependencia se modifiquen de manera importante, impactando en los mecanismos de sostenibilidad, protección, seguridad social y cuidados que serán necesarios fortalecer en el contexto de una sociedad más envejecida. En tanto, y según datos de la Encuesta Nacional de Discapacidad y Dependencia, ENDIDE 2022, el 9,8% de la población adulta del país, equivalente a casi 1,5 millones de personas, se encuentra en situación de dependencia.

¿Cómo nos estamos cuidando los chilenos? En el año 2015 se diseñó un programa piloto para atender a las personas en situación de dependencia y dar respiro a las cuidadoras familiares. El programa fue piloteado por primera vez en la municipalidad de Peñalolén, transformándose en lo que se conoce actualmente como el Programa Red Local de Apoyos y Cuidados (PRLAC). Hoy el PRLAC depende del Ministerio de Desarrollo Social y la Familia, pero es ejecutado por las municipalidades. Su objetivo es mejorar el bienestar de las personas en situación de dependencia (PSD) y de sus cuidadores familiares, mediante la facilitación y promoción del acceso a servicios y prestaciones sociales de apoyos y cuidados.

En este contexto, el Centro de Investigación en Derecho y Sociedad (CIDS) de la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), desarrolló el estudio: “Derechos y Cuidados. Estudio sobre el funcionamiento del Programa Red Local de Apoyos y Cuidados (PRLAC) en la Municipalidad de Peñalolén” cuyos resultados fueron presentados en la UAI. La actividad contó con un panel de discusión sobre la relevancia y desafíos de las políticas públicas vinculadas a la organización del cuidado en el que participaron Herminia Gonzálvez, trabajadora social y Doctora en Antropología Social y Diversidad Cultural; Alejandra Sepúlveda, Presidenta Ejecutiva de Comunidad Mujer y Javier Wilenmann, director del CIDS. La bienvenida a la actividad estuvo a cargo de la decana de la Facultad de Derecho, Isabel Aninat, quien señaló que esta investigación “se enmarca en el contexto de la relación de los ciudadanos con el derecho y con las instituciones del Estado, y en el debate sobre el derecho a los cuidados”.

El estudio realizado por el equipo del CIDS surge a partir de un trabajo colaborativo entre el Departamento de Servicios Comunitarios de la Municipalidad de Peñalolén, quienes acordaron llevar a cabo una investigación relativa al funcionamiento del PRLAC –programa financiado por el Estado- en la municipalidad. El objetivo de la investigación fue explorar la experiencia y visión que diferentes actores tienen sobre el PRLAC y la política de cuidados en Chile, con especial atención a las historias familiares de las cuidadoras principales. Para el desarrollo de la investigación se recopilaron y analizaron antecedentes a través de la revisión de literatura, estudios internacionales y documentos oficiales del programa. En términos metodológicos, el equipo de investigación visitó los hogares de las cuidadoras que participan del programa para entrevistarlas y conocer su experiencia personal y familiar en torno al cuidado. Se realizaron además entrevistas al equipo de asistentes de cuidado que trabajan en el programa y las coordinadoras del programa.

“La crisis de los cuidados y la incapacidad social para entregar cuidados permanentes tiene que ver con distintos aspectos. ¿Por qué las familias se hacen cargo de esto? Hay una creencia generalizada de que la familia se tiene que hacer cargo”, comentó Felipe Águila, investigador del CIDS y coordinador del proyecto quien presentó el estudio para el cual se realizaron 42 entrevistas en la comuna de Peñalolén: 33 a beneficiarias (cuidadoras principales y personas en situación de dependencia), 6 asistentes de cuidado y 3 funcionarias municipales claves. El caso de estudio agregó Felipe Águila, se centró en “identificar en Peñalolén la percepción de los ciudadanos respecto a su situación e derechos y apoyo estatal”.

Principales hallazgos

Sobre los principales hallazgos del estudio se observó que existe una “feminización” del cuidado ya que la realización de las labores de cuidado recaen, principalmente, en las mujeres de la familia: parejas, madres, hijas, hermanas. Según apunta la investigación, esto se justifica en que la cuidadora se identifica como la única opción para hacerse cargo; siente un deber moral de cuidar a la familia; tiene cercanía geográfica con la persona en situación de dependencia y siente que el rol de la mujer es el idóneo para cuidar.

En cuanto a la organización familiar del cuidado, el estudio indica que la mayoría de las relaciones de cuidado se dan entre hijos/as que cuidan a sus padres o madres y parejas de adultos mayores en que uno cuida al otro. Por otra parte, se señala que el cuidado se entiende como un problema privado y de la familia a lo que se denomina como “familiarismo”. Al respecto, los resultados de la investigación identifican algunas tensiones dentro de este familiarismo como el hecho de que las cuidadoras sienten un abandono por parte de los demás familiares, su percepción de que existe una falta de apoyo de parte de las instituciones públicas y, a la vez, los resultados cuestionan los cimientos que fundamentan el familiarismo: la carga en las mujeres y el deber moral de cumplir.

Asimismo, el estudio indica que las entrevistas dan cuenta de un proceso de adaptación que la familia -y especialmente la cuidadora- debe enfrentar respecto a la situación de dependencia del familiar. Esta adaptación implica tanto un proceso de aprendizaje de cómo realizar las labores de cuidado, como una resignificación de la relación que mantienen con la persona en situación de dependencia, a quien muchas veces no ven de la misma manera cómo lo hacían antes. Este proceso de adaptación y aprendizajes se describe en repetidas ocasiones como doloroso y emocionalmente desgastante.

Entre algunas de las conclusiones expuestas, Felipe Águila, se refirió a la relación del Programa Red Local de Apoyos y Cuidados (PRLAC) y la Municipalidad y destacó la buena evaluación del programa. Por otra parte, señaló que “las cuidadoras son conscientes de sus falencias y que se evidencia una concepción sentimental del cuidado”. También se refirió a la “afecto ambivalente con el PRLAC y a la falta de visión comunitaria de los cuidados” en un contexto de historias de mujeres que se ve afectadas por la burocracia.

Tras la presentación se realizaron comentarios sobre el estudio. En este contexto Herminia Gonzálvez, Doctora en Antropología Social y Diversidad Cultural, se refirió a la crisis de los cuidados y sostuvo que en el tema de los cuidados no hay conciencia del sector. “Las cuidadoras no se sienten parte de un conjunto de personas”. Agregó que la mayoría de las entrevistadas son hijas que cuidan a sus padres y que las “mujeres son malabaristas del cuidado y hay una sobrecarga de las cuidadoras”. También destacó que “la historia del tejido social de Peñalolén ha sido fundamental en la gestión del cuidado y de las cuidadoras”.

Por su parte Alejandra Sepúlveda de Comunidad Mujer, se refirió a la organización social de los cuidados. “La pandemia agudizó la crisis de los cuidados y se vio la necesidad de construir un nuevo modelo de organización social al respecto. Se necesita el reconocimiento social y económica del trabajo de cuidados”. 

Finalmente el director de CIDS, Javier Wilenmann, señaló que hay muchas dimensiones del cuidado y que precisamente el estudio desarrollado por el equipo de investigadores del CIDS está enfocado en las cuidadoras y su situación de abandono, y en cómo en este contexto están funcionando las políticas públicas vinculadas a la organización del cuidado.

 

Accede al Informe final estudio PRLAC-Peñalolén (CIDS)

 

 

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