Luego de la cadena nacional de la noche de ayer en que la Presidenta de la República Michelle Bachelet anunciara una serie de medidas para mejorar el sistema de pensiones, duramente criticado por la ciudadanía durante las últimas semanas, Francisco José Covarrubias, decano de la Facultad de Artes Liberales de la UAI, sostuvo una entrevista con revista Capital, en la que calificó que los anuncios hechos por la mandataria fueron moderados y que la población los recibió como algo sensato.

¿Qué rescata de la propuesta?

Lo bueno es que no va a la cosa utópica, no se aplica la retroexcavadora, por lo tanto no hay medidas como, por ejemplo, propiciar que las AFP sean sin fines de lucro, como lo que se hizo con los colegios, donde sí se aplicó la retroexcavadora, lo que sería un absurdo.

¿Dónde está lo malo?

Lo malo hay que verlo uno a uno. Hay que conocer más detalles, por ejemplo, a dónde va el famoso 5% (que pondría en forma gradual el empleador), quién lo va administrar.

Después, saber bien qué implicancias va a tener la AFP estatal. Esa discusión sigue vigente, por qué va a aumentar necesariamente la competencia del sistema, eso no está claro porque hoy no hay una valoración de la competencia, la gente no se cambia a la AFP con menores comisiones. Otra cosa es qué significa la participación de los cotizantes en las decisiones de inversión. Estas son cosas súper técnicas y no me veo a la gente participando. Asambleizar las AFP sería bastante malo.

¿Qué faltó en la propuesta?

Si bien Bachelet deja abierta una ventana para revisar parámetros, no se habla de la edad de jubilación. Hay una posibilidad que eso se meta vía parámetros, pero hacerle el quite a la edad de jubilación es un problema y un error. Pese a todo eso, creo que acá el sistema tiene un problema que no está tocado y que es sicológico: la gente siempre considera que su pensión es más baja de lo esperado. Pasa aquí, en España, en Estados Unidos y en Alemania. Independiente que en Chile sean realmente bajas, hay un tema sicológico de siempre considerarlas insuficientes. El problema es que cuando la culpa de esa baja pensión es del Estado, el responsable es etéreo, es más anónimo, pero cuando la responsabilidad es de un privado, el enemigo tiene cara y está presente y eso es más complicado. Eso es parte de un problema central que es más sicológico del sistema, porque siempre va a haber un culpable.

*Texto y fotos: Revista Capital – 10 agosto 2016.