En diciembre pasado concluyó la 3era versión del Diplomado en Mindfulness Relacional y Prácticas de Bienestar desarrollado por la Escuela de Psicología y en el que participaron 36 personas.

Por más de 7 meses y medio, los asistentes combinaron una perspectiva práctica de mindfulness en la vida cotidiana, con una reflexión y diálogo sobre la relevancia del modo de vida presente con los demás y en el mundo, bajo la idea de integrar las dimensiones del sí mismo relacional, la dimensión relacional y la dimensión social, como áreas en las cuales la práctica de mindfulness está en juego, según comentó el profesor de la Escuela, Claudio Araya.

El director del Diplomado, el profesor Roberto Aristegui, destacó, “consideramos la atención plena, de cuerpo presente, no sólo como una metodología de primera persona, sino que en una perspectiva de encuentro entre la primera y la segunda persona, lo que implica que el foco central de la transformación del modo de ser con los demás ocurre a partir de  la co-creación de momentos mindfulness en espacios de práctica conjunta, grupal, que se extienden a la vida cotidiana con los demás”.

Por último, afirmó que como equipo, acordaron seguir enfatizando en la línea de la dimensión relacional de la práctica, lo que se ha convertido en el foco distintivo a nivel nacional e internacional, “nos proponemos explicitar que el mindfulness relacional permite hacer la conexión de mindfulness y compasión de una forma fluida, por cuanto la orientación hacia aliviar el sufrimiento del otro, más allá de la empatía, adoptando la forma activa de la compasión, abre nuevas posibilidades de bienestar y desarrollo humano en consonancia con las investigaciones actuales en el área”.

María Eugenia Souper, alumna de la 3era versión ya finalizada, comentó “lo que más me ha gustado y me parece relevante, es la mirada y aproximación relacional de Mindfulness; donde si bien partes por ti mismo, se hace un recorrido donde de manera expansiva hacía el entorno cercano, este círculo va creciendo más allá, y pueda ir tomando forma en lo cotidiano, lo que paso a paso puede transformarse en una forma de vida”.

La Escuela de Psicología busca seguir proyectando esta línea de trabajo, que guarda relación con el desarrollo de prácticas orientadas al bienestar y al desarrollo humano. Para el 2017 se espera una 4ta versión según indicó el equipo además de distintos talleres de mindfulness y autocompasión en Santiago y Viña del Mar.