Claves para una buena entrevista política

5 de Julio 2017 Noticias

Entrevistar a un personaje del mundo político tiene sus lógicas y parte de estas técnicas son las que se trabajan en el curso de Entrevistas en Profundidad que se dicta en el 5° año de Periodismo. La profesora y periodista a cargo del ramo, Bárbara Fuentes (@quebarb), quien como experiencia puede contar encuentros con comandantes de las FARC, paramilitares, y a expresidentes como Hugo Chávez, de Venezuela, Álvaro Uribe y Ernesto Samper, de Colombia y Felipe Calderón, de México, entrega a continuación 6 claves que hay que tener presente en este tipo de formatos. Una lectura práctica en época de debates, elecciones y campañas de todo tipo.

  1. El político necesita de los medios: a diferencia de una celebridad, que da entrevistas porque tiene que hacerlo –por contratos con la productora de cine o de su disco-, aquí el personaje vive de la prensa para llegar a sus electores. Y a su vez, los medios necesitan a los políticos para tener noticias. Y eso es lo primero que hay que tener claro: ¿Por qué lo estoy entrevistando? ¿Por qué le voy a dar tantos minutos en pantalla o una página de mi medio? ¿qué quiero lograr con esta conversación? Finalmente, una entrevista es exposición, pero no se debe olvidar que en toda entrevista tiene que pasar algo (una revelación, una polémica, una confesión, una exposición sobre un tema de interés, conocer en profundidad a alguien). Si eso no ocurre, si solo regalé espacio, algo no salió bien.
  2. Un político trae un discurso preparado, por lo tanto, siempre intentará llevar la conversación a su escenario y dominar la entrevista. Yerko se lo dijo claro a Manuel José Ossandón: cuando te pregunten de algo que no sepas, háblales de otra cosa, citando una estrategia muy usada en comunicación política. El desafío es siempre traer al entrevistado a nuestro terreno. Las preguntas y los temas los pone el entrevistador.
  3. Un político se ha entrenado y sabe que es mejor contestar con evasivas. En ese caso, hay que profundizar: “A qué se refiere cuando usted dice que no cree que..”. “En qué ocasiones diría que no?” ”¿Qué significa a veces?”. Apretar es la idea.
  4. Cuando se ve acorralado, un político puede echar mano a la técnica de la descalificación. Esto es de libro: “Mire, usted quizás no entiende bien de qué se trata este proyecto”. “Usted era muy chica cuando pasó, yo le voy a explicar mejor…”. Aquí, sin duda, la mejor herramienta es estar muy preparado, estudiar y no dejarse intimidar. Recomiendo ver las entrevistas (lo hacemos en el curso) que hace el periodista británico de la BBC Stephen Sakur. Hay una pieza magistral cuando una vez frente a Hugo Chávez, sin agresividad y sin perder la calma ni un segundo, logró, como nadie, dejarlo en evidencia y hacerlo hablar sobre todos los temas que en ese momento eran importantes.
  5. Un político es maestro en responder lo que no le están preguntando. Me acuerdo que el presidente Uribe manejaba el arte de ignorar la pregunta como pocos. Esto puede ser agotador. Hay varias técnicas que se deben aplicar: la primera es insistir, quizás reformulando la pregunta, tal como lo hizo Mónica Pérez en una entrevista Marco Enríquez en TVN cuando le preguntó sobre el financiamiento de su campaña. Pero a veces no se logra, como ocurrió en este caso. Ahí es cuando hay que recurrir a lo que llamo el zigzag: ir por otro tema y volver por esa pregunta incómoda más adelante, agregando información u otro elemento nuevo que de alguna manera cambie el planteamiento original.
  6. A los políticos hay que interrumpirlos varias veces a lo largo de una entrevista, porque les gusta hablar. No son como los futbolistas,más inclinados a las frases cortas. Buscar cuándo hacerlo es parte del entrenamiento de todo periodista. Si se hace mal, es molesto. Si no hace, también porque las respuestas pueden ser infinitamente largas.

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