Provoste y Wikipedia

26 de Septiembre 2021 Columnas

Justo cuando parecía que el sueño iba ganar la batalla contra el debate, Yasna Provoste rompió la monotonía de este encuentro acusando al candidato Sebastián Sichel de haber sido lobbista para los grandes empresarios. Sichel cuestionó la fuente y la ex ministra sorprendió a todos indicando que había obtenido el dato de Wikipedia.

Como era de esperarse, las críticas a la candidata hicieron explotar las redes sociales por haber ocupado este sitio como fuente de información, hecho que se veía agravado por su condición de ex ministra de Educación y ex presidente del Senado.

Wikipedia nunca ha tenido una buena fama. Mis sobrinos, hace poco me contaban, que los profesores les tienen estrictamente prohibido usarla como referencia y yo mismo debo reconocer que pensaba así hace algún tiempo, hasta que me propuse la tarea de crear y editar algunos contenidos encontrándome con un ejército de correctores voluntarios humanos y, en este último tiempo, robots que se encargan de ir filtrando la información para que, justamente, nadie pueda subir lo que se le venga en gana.

Por esto y con justa razón los representantes de la página web respondieron al ninguneo que les hizo el candidato Sebastián Sichel durante el debate, señalando: “Si bien la información puede contener errores, como es el caso de cualquier contenido en línea, de manera general el contenido de Wikipedia es correcto y está referenciado a fuentes que cualquier persona puede corroborar. Cualquier persona puede escribir en Wikipedia; aunque muchos lo critiquen, creemos que eso es parte de sus principales fortalezas: que todas y todos seamos parte activa de la construcción del conocimiento que nos interesa”.

Además, agregaron respecto de sus fuentes: “Libros, documentos oficiales, noticias, artículos científicos entre otros. Wikipedia es una puerta de entrada al conocimiento, la idea es que los lectores puedan acceder a más contenido a través de sus referencias”, sentenciaron.

Y es que, aunque muchos no lo sepan, los datos que son agregados a la red deben tener un respaldo que sea verificable. De lo contrario, a los pocos minutos, a veces segundos, será eliminado. Esto explica que, a veces, veamos comentarios mal intencionados, maliciosos, insultos o bromas, pero éstas tienen una existencia fugaz en el sitio porque de manera veloz son borrados por humanos o robots.

Esto ocurre, en especial, con la información de actualidad, con hechos políticos o personajes respecto de quienes hay un ejército de asesores subiendo y, de forma paralela, eliminando información que sea falsa o pueda resultar perjudicial.

Así sucedió en este caso. Apenas la senadora Yasna Provoste hizo su desafortunada confesión, a los pocos minutos figuró al final de su biografía: “BUSCA INFORMACION EN WIKIPEDIA PARA SUS DEBATES”.

Lo interesante aquí es ver cómo opera el sitio y para eso vale la pena revisar el historial de las páginas que está a libre disposición de los usuarios. Más transparente, imposible. En el caso de la candidata, por ejemplo, entre el 23 de septiembre a las 2:53 AM, poco después de terminado el debate, y las 4:34 de la mañana se realizaron cerca de 145 intervenciones en su biografía. Sin lugar a dudas, un debate virtual mucho más encendido que el real por intervenir, a favor y en contra, en su hoja de vida hasta estabilizarse en un texto medianamente objetivo. En el caso específico de la frase referida a que buscaba información en Wikipedia y que circuló en las redes y whatsapp al día siguiente, ésta fue subida ese mismo día a las 2:54 AM, pero duró tan solo 6 minutos.

Si cruzamos la vereda política y revisamos la biografía de Sebastián Sichel, en ella sigue figurando que se dedicó al lobby, tal como se lo enrostró Provoste. ¿Por qué se mantiene? Porque cumple con el estándar que la página exige a sus colaboradores, esto es tener fuentes confiables: El Mercurio y el registro legal de lobbistas. Sin este respaldo, la aseveración habría tenido una corta vida, como la que tuvo la frase en la biografía de la demócrata cristiana.

A mi juicio, el caso de Provoste explica la mala fama que existe respecto del sitio. Tal como ellos mismos reconocen, no son una fuente, sino tan solo una referencia válida que nos permite redireccionarnos hacia otras fuentes y, de esta forma, comprobar su veracidad.

Finalmente, no es mi intención exculpar a la ex presidenta del Senado por basarse en Wikipedia. Resulta evidente que el estándar que uno le exige a alguien que aspira a ser presidente de la República es mucho más alto que el que se le puede pedir, por ejemplo, a mis sobrinos. No obstante, tampoco me parece justo vilipendiar tan fácilmente a una de referencias de información más completa y democrática del mundo.

Publicada en El Mercurio de Valparaíso.

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