Octubre Rojo

24 de Octubre 2021 CEA

El pasado 18 de octubre, como la mayoría de los chilenos, recibí una serie de memes y mensajes relativos a lo que había sucedido el 2019, que no hicieron más que aumentar la ansiedad respecto de lo que podía suceder esa noche. En medio de ese bombardeo informativo, me llegó la foto de un diario antiguo que, en un comienzo, pensé que era una de las tantas fake news que circulan por las redes sociales: Era la imagen del Diario Oficial del 18 de octubre de 1948, fecha en que se publicó la Ley de Defensa Permanente de la Democracia que declaró ilegal al Partido Comunista.

Por deformación profesional, me vi en la obligación de revisar si era real y así pude comprobarlo. Tal como figuraba en el mensaje, ese día, se promulgó la ley que establecía en su artículo primero: “Se prohíbe la existencia, organización, acción y propaganda, de palabra, por escrito o por cualquier otro medio, del Partido Comunista y, en general, de toda asociación, entidad, partido, facción o movimiento, que persiga la implantación en la República de un régimen opuesto a la democracia o que atente contra la soberanía del país”.

La anécdota cuenta que el presidente bajo el cual se promulgó y que había tenido el apoyo del PC al momento de llegar al poder, Gabriel González Videla, luego de publicarse la ley, se encontró con la disyuntiva de qué iba a ocurrir con el más famoso miembro del partido en Chile: Pablo Neruda. La frase que se le atribuye al mandatario respecto a qué debían hacer con el poeta fue: “Búsquenlo, pero no lo encuentren”.

A pesar de la falta de voluntad real por dar con el paradero de Neruda, el poeta estuvo en la clandestinidad por un tiempo hasta que pudo escapar del país, al que solo pudo regresar en 1952. La ley, que había sido el resultado de la presión que ejercían sobre Chile los Estados Unidos, fue derogada una década después por el general Carlos Ibáñez del Campo cuando asumió su segunda presidencia.

Coincidencia o no, queda claro que el mes de octubre ha sido clave en la historia del partido que creció inspirado en el Manifiesto de Karl Marx y Federico Engels de 1848, un siglo antes de la “Ley Maldita”. Durante este mes, se desencadenó el “Octubre Rojo” o Revolución bolchevique que llevó a Lenin al poder y que luego dio paso a la creación de la Unión Soviética.

En el caso de Chile, no me parece extraño ni menos casualidad que casi un siglo después de la revolución bolchevique, los violentos acontecimientos del 18 de octubre de 2019 hayan servido como inspiración o una ocasión especial para dar rienda suelta al instinto revolucionario del partido y apoyar la caída del gobierno de Sebastián Piñera. Mientras el mismo 18 de octubre el partido apoyó la desobediencia civil, al día siguiente, Guillermo Tellier promovió la dimisión del mandatario: “Si él está renunciando a gobernar, porque gobernar significa acoger las demandas de la ciudadanía, que para eso lo eligieron presidente, y se escuda tras los militares, si no tiene capacidad de gobernar, lo mejor sería que renunciara”.

A pesar de los graves hechos ocurridos durante el 2019, se mantuvo la institucionalidad y el acuerdo del 15 de noviembre permitió sacar adelante la crisis en la que habíamos caído.  Sin embargo, la Convención Constitucional prefirió mantener el 18 de octubre y no el 15 de noviembre como la fecha indicada para iniciar la redacción de la nueva Carta Magna, a pesar de las divisiones que esto genera.

Independiente de la posición que posea cada uno, lo importante es valorar un sistema de gobierno que acepte la diversidad y no prohíba partidos u opiniones, como sucedió con la ley de 1948. Esta misma lógica aplica contra aquellas leyes que buscan establecer verdades únicas sobre hechos o temas cuyos debates, con altura de miras y alejados del odio, no hacen más que enriquecer la discusión. “Los castigos legales nada pueden contra la verdad”, decía John Stuart Mill en su famoso libro Sobre la Libertad. Una obra que debería ser lectura obligatoria para nuestros constituyentes y, en especial, para el Partido Comunista que ha vivido en carne propia el costo de la represión, silenciamiento y persecución.

  Publicada en El Mercurio de Valparaíso.

Redes Sociales

Instagram