Las raíces comunes de la astronomía y la astrología

6 de Noviembre 2023 Columnas
La astronomía y la astrología tienen nombres similares y algunos las confunden, pero son muy distintas. La astronomía es el estudio científico del cielo que busca, entre otras cosas, comprender la física del universo. La astrología, por su parte, no es una ciencia y utiliza el movimiento aparente de las estrellas y los planetas, en el cielo nocturno, para reflexionar sobre las relaciones humanas aquí en la Tierra. Aunque pretenden cosas muy distintas ¿cómo es que sus nombres se parecen tanto?
La razón de esta similitud es que los orígenes de ambas estuvieron conectados en el pasado. Estos orígenes se remontan a Babilonia, una de las cunas de la civilización situada en el actual Irak. Tierra fértil entre los ríos Éufrates y Tigris, donde surgieron antiguas ciudades en que la gente empezó a observar, pensar y escribir sobre el cielo nocturno.
Las sociedades agrícolas necesitaban calendarios: para saber cuándo sembrar y cosechar, pero también para saber cuándo recaudar impuestos y planificar festividades. El cielo nocturno ofrecía un calendario, si se sabe cómo leerlo. Los sacerdotes de dicha civilización, que eran a la vez cronometradores, agruparon a las estrellas del cielo nocturno en constelaciones. Observaron que el sol salía y se ponía en diferentes constelaciones a lo largo del año, lo hacían observando las posiciones de las estrellas. Porque los cambios en el cielo venían acompañados con cambios en la Tierra, los Babilonios pensaban que el movimiento de las estrellas arriba causaba las estaciones en el planeta abajo: “Como es arriba, es abajo.”
Mucho más tarde, tras la revolución copernicana, comprendimos que la Tierra es la que semueve, y no el cielo. Así, la rotación de la Tierra hace que el sol salga y se ponga cada día. La órbita de la Tierra hace que el sol salga y se ponga en diferentes constelaciones a lo largo del año, mientras que la inclinación axial de tierra provoca las estaciones anualmente.
Entonces, es al revés: las estaciones se originan en la tierra abajo, pero se proyectan hacia el cielo arriba: “Como es abajo, es arriba.” Sin embargo, lo anterior no frenó la astrología. Además de los patrones diarios y estacionales de los astros en los cielos, existen otros movimientos: los de los planetas (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno) con respecto a las estrellas. Los sacerdotes de Babilonia pensaban, como en la astrología, que dicho movimiento se atribuye a lo que ocurre en la Tierra: el horóscopo.
Pero a diferencia de la posición del Sol, que está relacionada con las estaciones a través de la rotación, la inclinación y la órbita de la Tierra, aquellos 5 planetas orbitan alrededor del Sol de forma independiente. No existe un origen común entre el movimiento aparente de los planetas y los fenómenos terrestres. Las posiciones de los planetas arriba no se corresponden con ningún fenómeno que ocurra en la Tierra, abajo: “Como es arriba, no es abajo.”
Muy por el contrario, la astronomía se ha desarrollado en una dirección totalmente diferente. Con la invención del telescopio, se descubrieron otros dos planetas, Urano y Neptuno. Con la construcción de grandes telescopios, muchos de ellos en el desierto de Atacama (Chile), se han descubierto incluso planetas alrededor de otras estrellas, llamados exoplanetas. Con telescopios situados en el espacio, los astrónomos han descubierto ya más de 5.000 exoplanetas, y en los próximos años se encontrarán miles más.
Al pasar de planetas a exoplanetas, los astrónomos aportaron un significado diferente. Ya sabemos que los exoplanetas son algo bastante frecuente en el cosmos, ya que 1 de cada 5 estrellas tiene planetas que se parecen en algo a la Tierra. Aún no sabemos si dichos mundos puedan albergar vida… Es posible que la vida en el cosmos no sea algo tan infrecuente, y que la vida que conocemos en la Tierra también pueda estar presente alrededor de estrellas visibles en el cielo nocturno: “¿Como es abajo, es arriba?”.
Publicada por Emol.

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