Señor Director:

Hay un problema serio en la analogía empleada ayer por Gonzalo Edwards en su carta titulada “Paradoja de los dos tercios”. Pensando en el proceso político que se aproxima, si la preferencia de unos provoca “alergia” o “fobia” en otros, es decir, reacciones que no pasan por el cedazo de la racionalidad, el problema no está en el método, sino en la reacción de los involucrados.

La tarea de construir un nuevo acuerdo social nos exige a todos, ciudadanos y políticos, que dejemos de lado las reacciones físicas o emocionales y que hagamos uso de nuestra razón al momento de definir lo que queremos para nuestro país. De hecho, podemos ser más exigentes y aspirar, siguiendo a Aristóteles, a quien deberíamos escuchar una y otra vez en medio de esta crisis, a usar virtuosamente la razón y recordar que es en ella donde reside nuestra más alta capacidad.

Publicada en El Mercurio.