La magnitud de la apuesta hizo que los efectos de su desplome continúen en desarrollo. Una generación que durante más de una década construyó un proyecto político para terminar con el país de los últimos treinta años, que haría de Chile la tumba del neoliberalismo, hoy no tiene más alternativa que administrar las esquirlas de su histórico fracaso…, ad portas de una recesión económica, con una grave crisis de seguridad y orden público, teniendo que reiniciar un proceso constituyente en un contexto y con una correlación de fuerzas totalmente desfavorables.
Ni Gabriel Boric ni el oficialismo han podido aún reconocer la envergadura de la derrota. En rigor, el 62% del Rechazo en el plebiscito de salida sumó casi dos millones más de votos que el 78% del Apruebo en el plebiscito de entrada. Y luego de apostar todo su capital político a la opción derrotada, el gobierno se quedó sin programa, sin agenda y, al parecer, sin convicciones. Apruebo Dignidad no estuvo dispuesto a aceptar que el PPD participara de su primaria presidencial. Hoy, la ministra del Interior y jefa de gabinete es una de las figuras más emblemáticas de ese partido. Todo un símbolo de aquello.
La pérdida de poder sufrida por el gobierno y el oficialismo luego del 4/S es de tales dimensiones que ya no queda ni siquiera algo de estética para disfrazar las volteretas. Las palabras del Presidente Boric en su encuentro con la Sofofa fueron de antología, reflejo de un travestismo pocas veces visto; y provienen del líder de una generación que ha hecho ostentación de su superioridad moral y de la solidez de sus convicciones. Hoy pareciera que esos valores y convicciones, o eran muy débiles, o nunca existieron. Es cierto que siempre se puede cambiar de opinión, pero no resulta presentable cambiar de opinión en todo en menos de seis meses.
Ahora se viene otra secuela de este derrotero: la elección de Karol Cariola como presidenta de la Cámara, fruto de un compromiso firmado en marzo y del cual algunos partidos participantes hoy se descuelgan, validando que el escenario político previo al plebiscito de salida simplemente se esfumó. El PC no estuvo dispuesto a tomar distancia de una querella infame presentada en contra del expresidente del INDH Sergio Micco, en que se lo acusa de complicidad con las violaciones a los DD.HH. ocurridas durante el estallido social. Esto, mientras la ministra Ana Lya Uriarte hace una defensa de la trayectoria e idoneidad de dicho personero. De nuevo entonces, ¿se puede integrar el mismo gobierno y tener dos opiniones tan distintas en un tema como este? ¿Los ministros comunistas comparten el tenor de la querella respaldada desde su bancada o las expresiones de su colega en el gabinete?
El equilibrismo sin red puede funcionar una vez, quizás un par de veces, para salir de un momento difícil. Pero es imposible sostenerlo y que sea eficaz durante cuatro años. Asumir eso es hoy el principal desafío político que tiene el Presidente Boric.
Publicada en La Tercera.