El PC y los atletas

14 de Noviembre 2023 Columnas

11 atletas de la delegación cubana pidieron refugio. La historia es conocida. Las procedencias y destinos cambian, pero no la direccionalidad: ha sido práctica común para huir de los paraísos socialistas al infierno capitalista. La asimetría es reveladora: si quería ir a construir la sociedad comunista, emigraba; pero si quería sustraerse de ese trabajo forzado, debía escaparse. Muchos lo hicieron y muchos más lo intentaron. En Berlín –donde se edificó un muro para evitarlo– hay un museo sobre el tema.

Considere las elocuentes declaraciones de Lautaro Carmona, timonel del PC: serían pocos. Pero ¿no es entonces importante? Los números pequeños nunca han sido significativos para los demiurgos del hombre nuevo; son muchos los millones sacrificados –mediante purgas, gulags, reeducación, psiquiatría y hambrunas– a su altar creativo. Para desenmascarar a los “enemigos del pueblo” ni la Checa, la Stasi, o los Comités de Defensa de la Revolución han sido sensibles a los destinos singulares. Y es que para afirmar que hay cosas que nadie, tampoco el Estado, debe poder hacer a los individuos, se requiere lo que Marx denominó “derechos burgueses”, es decir, derechos.

Además, sostuvo, sería por el bloqueo y las difíciles condiciones de vida que genera. Pero los atletas articulan razones de la libertad. Hay que estar muy inoculado por las verdades oficiales para crear una resistencia epistémica a la realidad tal que permita sostener que es el bloqueo lo que impide que haya en Cuba la libertad que los atletas buscan. La explicación alternativa es caradurismo.

Finalmente, se trataría de una “politización de la migración”, porque viajan con sus “pasaportes oficiales” y “nadie que viene en delegación oficial es perseguido”. Se equivoca: son muchos los “perseguidos” escapados con sus pasaportes oficiales aprovechando viajes de delegaciones. Además, es cínico: dado que los cubanos no pueden viajar libremente, los atletas lo deben hacer con los “pasaportes oficiales”. Por último, si está diciendo que no son refugiados porque el derecho a refugio refiere a la persecución como habilitante (por raza, religión, nacionalidad, membrecía a un grupo social, y opinión política), debe leer el núcleo de la Convención de Refugiados de Ginebra, la condición de no devolución, que impide expulsarlos a territorios donde su vida o libertad fuesen amenazadas. Ya que al dejar la delegación cometen el delito de “traición”, rechazarlos amenaza su libertad, lo que habilita el refugio.

Es Carmona quien “politiza” el derecho a refugio. Habría refugiados verdaderos, los que –como fueron tantos chilenos– huyen de dictaduras que amenazan sus derechos fundamentales, y falsos, los que huyen de Cuba. Irónicamente el “primer territorio libre de América” debe violar el derecho humano consagrado a emigrar (art. 13.2) para retener una población a la que hacer libre.

Publicada en La Segunda.

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