El camino hacia los dos tercios

20 de Agosto 2021 Columnas

Hay varias maneras de asir lo que está ocurriendo en la Convención Constitucional. Una es prestarle atención a lo que dicen los constituyentes que salen mucho en los medios de comunicación o en las redes sociales. Otra es seguir las minutas de los debates. Y una tercera es averiguar cómo han votado. Durante las últimas semanas los constituyentes se han abocado a establecer las normas de procedimiento con las que van a trabajar, las comisiones que estudiarán los distintos temas que cubrirá la Constitución y a elegir vicepresidencias. Ya han votado 150 veces. ¿Qué ha emergido?

Quizás lo más llamativo es que la configuración inicial de los pactos que compitieron en la elección de mayo parece estar deviniendo en algo distinto. Las posturas de los socios de la lista Apruebo Dignidad —comunistas y Frente Amplio— están divergiendo. De un lado, los comunistas se están alineando con la Lista del Pueblo, los pueblos indígenas y buena parte de los independientes. Del otro lado, el Frente Amplio está coincidiendo con el Colectivo Socialista e Independientes no Neutrales. A estos dos bloques se agrega un tercero, Chile Vamos. De esta forma, la Convención parece devenir hacia algo parecido a los tres tercios, aunque no exactamente.

Una razón es que el comportamiento dentro de cada “tercio” es distinto. A Chile Vamos lo definen sus grandes diferencias con el resto de los convencionales y no debiera sorprender que la mayoría de las veces el bloque vote distinto. De hecho, en promedio, cuando un convencional del resto vota a favor, el convencional promedio de Chile Vamos vota en contra. Pero al mismo tiempo, las grandes diferencias con el resto tienden a oscurecer que dentro del bloque oficialista el comportamiento en las votaciones dista de ser homogéneo. Todo lo contrario, unos 15 convencionales de derecha parecieran estar acercándose al centro, mientras que el resto ha ido votando más a la derecha. Así, Chile Vamos no es un bloque monolítico ni cohesionado.

Por el contrario, y defecciones aparte, la Lista del Pueblo, los pueblos indígenas y los comunistas tienden a votar lo mismo. Entre medio están el Frente Amplio, el Colectivo Socialista y los Independientes no Neutrales. Si bien muestran coincidencias, no parecen estar actuando en bloque, pues no votan siempre de la misma manera, aunque sí lo hacen más homogéneamente que Chile Vamos.

Así las cosas, un sector de izquierda más dura se está comenzando a diferenciar de un sector de izquierda más moderada; panorama que se completa con Chile Vamos, por supuesto que más a la derecha. La emergencia de un centro más moderado es sorprendente por varias razones. Una es que incluye a la mayoría de los convencionales del Frente Amplio. En efecto, el Frente Amplio está votando no solo distinto de la izquierda más extrema, sino que también parecido a los más moderados dentro de la Convención, los integrantes del Colectivo Socialista, el resto de la lista del Apruebo y los Nueva Constitución.

Hasta la semana pasada, por tanto, el camino a los dos tercios se veía nebuloso. Para alcanzarlo se necesitan 103 de los 155 votos y es evidente que ninguno de los tres bloques los tiene: la izquierda más dura, que pareciera estar actuando en conjunto, tiene 65 integrantes, suficiente para vetar lo que no les guste, pero insuficiente para imponer algo. Al otro extremo hay 37 constituyentes de Chile Vamos, quienes solos poco pueden hacer. Y de acuerdo con el comportamiento en las votaciones, el centro de la convención lo componen 53 convencionales del Frente Amplio, el Colectivo Socialista, el resto de la Lista del Apruebo y Nueva Constitución, quienes no pueden liderar, a menos que logren convocar a buena parte de los extremos.

Sin embargo, este martes ocurrió algo sorprendente: 15 convencionales de Chile Vamos firmaron una declaración dirigida a los convencionales de pueblos indígenas, comprometiéndose a trabajar con ellos para escribir una Constitución que los incluya a todos. Se podría pensar con cierto cinismo que se trata de una maniobra comunicacional, pero ocurre que los convencionales que la firmaron, la mayoría de Evópoli y de Renovación Nacional, son también los que consistentemente han estado votando más moderadamente. Si bien es temprano para decir qué saldrá de todo esto, la señal que dan estos constituyentes es que están dispuestos a moderar su posición y moverse hacia el centro y los acuerdos. Y si los convencionales de los pueblos indígenas estuvieran dispuestos a negociar (cuestión que, de acuerdo a cómo han votado, no es evidente), podríamos estar presenciando el inicio del camino a los dos tercios.

Coescrita junto a Antonio Díaz-Araujo y Cristóbal Huneeus.

Publicada en El Mercurio.

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