Señor Director:

Hace unos días, en este medio se publicó una nota que informa sobre el “preocupante y lento avance en el retorno a clases presenciales de universidades”. Como comunidad universitaria compartimos la importancia y la urgencia de avanzar sin pausa a un 100% de actividades presenciales, con la finalidad de satisfacer a cabalidad el compromiso con nuestro cuerpo estudiantil para entregar la mejor formación y experiencia universitaria posibles.

La pandemia ha significado muy pocas clases presenciales en los últimos 18 meses y tenemos, por tanto, el deber con nuestros estudiantes de avanzar en esta dimensión, siempre con responsabilidad frente a los desafíos involucrados, aplicando todos los protocolos exigidos por las autoridades sanitarias y educacionales.

Hoy, habitar nuestros campus es una prioridad. Es por ello que hemos hecho las adecuaciones necesarias para ofrecer en torno al 70% de las asignaturas de manera presencial, lo que permite que el 88% de nuestros estudiantes tenga al menos tres asignaturas en modalidad presencial, mientras que el 71% tiene al menos cuatro. Creemos que la formación se enriquece con todas aquellas conversaciones espontáneas, entre estudiantes y sus profesores, que se dan en los pasillos, patios de la universidad y al interior de las salas de clases. Los debates que se abren en los espacios públicos en los campus son experiencias valiosas de aprendizaje y que contribuyen a la vida universitaria.

Publicada en El Mercurio.