Nuestro país alcanzó el lugar número 33 en el Informe de Competitividad que realiza el World Economic Forum (WEF) junto con la Escuela de Gobierno de la UAI quien es la encargada de realizar la Encuesta de Opinión Ejecutiva a una muestra representativa de altos ejecutivos de empresas privadas chilenas.
Este ránking que mide a 140 países – en donde Estados Unidos, Singapur y Suiza mantienen los primeros puestos-, ubicó este año a Chile como la economía más competitiva de América Latina y el Caribe y como la quinta más competitiva entre los países emergentes superando a países como Portugal, Eslovenia y Polonia.
Este puesto lo deja un lugar más arriba que el año anterior, situación que fue muy valorada debido al cambio de metodología que entregó un valor de 70% a los datos duros frente a un 30% de datos blandos: “Se le dio un giro al WEF y es destacable que hayamos subido. Chile está robusto frente a los cambios de la cuarta revolución. Sin embargo, tenemos que seguir adaptándonos a estos cambios y proteger los puestos de trabajo frente a la tecnología”, sostuvo el decano de Gobierno, Ignacio Briones, quien comentó este resultado junto con el ministro de Hacienda Felipe Larraín, el presidente de la SOFOFA, Bernardo Larraín y el presidente de la CPC, Alfonso Swett.
Dentro de las fortalezas de nuestro país, el informe WEF destaca el área macroeconómica (donde alcanza el primer puesto), el mercado de productos (posición 13), el sistema financiero (lugar 20) y dinamismo en los negocios (puesto 25). Sin embargo, las áreas en que Chile debe avanzar son innovación (puesto 53), Tecnologías de la Información (lugar 49) y mercado laboral (número 45).
Para el ministro Larraín, este resultado es favorable para Chile y afirmó que como Gobierno “vamos a seguir trabajando en mejorar en este índice de competitividad tomando los desafíos de esta cuarta revolución tecnológica”. Por su parte el presidente de la SOFOFA analizó los desafíos que Chile se plantea para ser más competitivos de cara a la cuarta revolución industrial: “como empresarios debemos subirnos al carro de la digitalización”. Finalmente Alfonso Swett comentó que “esta radiografía nos pone la mirada en la revolución industrial y los cambios en las sociedades. La cuarta revolución ya entró en nuestra casa, ese es nuestro desafío”.
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