Carta a la comunidad universitaria

7 de Noviembre 2019 Noticias

Estimada comunidad:

En la situación actual el país requiere establecer un nuevo “modus vivendi”. Diversas propuestas postulan para formar parte de este nuevo acuerdo. Pero, ciertamente hay muchas otras que se pueden desarrollar. Es importante que las elegidas sean fruto de un profundo proceso de reflexión y de diálogo, donde las distintas opiniones sean respetadas. Por cierto, estamos llenos de emociones. Es imposible no sentirse afectado e incluso conmovido por los hechos de los que hemos sido testigos. Debemos condenar, sin ambages, los atropellos de los derechos humanos y la violencia que no solo ha acarreado la destrucción de bienes públicos y privados, sino que también ha afectado la dignidad y, en varios casos, las oportunidades de progreso de familias vulnerables. Cuestionables son también los actos y declaraciones que han minimizado el valor de la democracia y el Estado de Derecho.

La convivencia social requiere de prudencia y tolerancia. Las manifestaciones políticas enriquecen nuestra vida en común, pero la violencia y la incapacidad de diálogo no solo la empobrecen, sino que terminan dañándola. El cambio y la defensa de las ideas en las que se cree, no se logran juzgando o cuestionando moralmente a quienes tienen posturas distintas sino mejorando los argumentos propios y deliberando. Si en el país este camino es la mejor alternativa, para la Universidad es una obligación. Una de sus tareas fundamentales es pensar y en el caso nuestro, tal como dice su lema, tiene que hacerse con libertad. Ello supone, entre otras cosas, estar abierto a encontrar respuestas distintas a las que inicialmente se pensaban. Sobre todo, porque convivir con otras personas y acordar un modus vivendi que nos permita salir de la crisis actual supone estar abierto a soluciones que no siempre son las que hubiésemos preferido. Hay en esto una semilla importante para una sociedad mejor. Esas “concesiones” significan también un reconocimiento del otro.

El clima en el que se desarrolló la votación de los estudiantes de pregrado de Santiago el día miércoles debe ser reconocido. Hubo deliberación en días previos y un gran espíritu cívico. El contexto que vive el país hacía difícil la decisión. El mayoritario clima de respeto que se vivió debe prolongarse el resto del año. Espero que las descalificaciones que hubo en algunas circunstancias, pero que no empañaron el proceso, no se repitan. Haríamos bien en recordar que somos una comunidad diversa en ideas e historias de vida. Su reconocimiento exige consideración hacia los demás. En este período, la Universidad está comprometida a mantener espacios de reflexión que permitan a la comunidad deliberar sobre la situación de nuestro país, además de ser un actor relevante en el diálogo que el país necesita desarrollar y en la propuesta de soluciones. Nuestro interés es asegurar también el bienestar de los estudiantes y por ello la Universidad brindará los apoyos y flexibilidades necesarios. Comprendemos, además, que muchos estudiantes están interesados en participar en las movilizaciones pacíficas que puedan ser convocadas en las próximas semanas. Por ello, hemos decidido que no se rindan pruebas ni se exija asistencia los días que las organizaciones estudiantiles del país convoquen a dichas actividades. Estoy seguro que el diálogo, que necesariamente debe ocurrir en nuestra universidad, será llevado a cabo con tolerancia, altura de miras y consideración por los distintos puntos de vista. Este es un elemento indispensable de la vida universitaria.

Harald Beyer
Rector    

 

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